Por Gastón Utrera. veces hemos tenido medidas de política económica tan contradictorias como el anunciado blanqueo de capitales. El principal problema actual es el dólar paralelo, que crece sin parar, con gran impacto negativo sobre la actividad y las expectativas económicas en general.
Pero la medida que se anunció no tiene nada que ver con ese problema. De hecho, no aumentará la oferta de dólares en el paralelo, ni reducirá la demanda. Por el contrario, hasta puede incrementar la demanda de dólares paralelos si a algunos “blanqueadores” se les ocurre registrar pesos, yendo al paralelo a comprar los dólares necesarios para la operación.
De la pesificación a la dolarización en un año
La gran política económica del año pasado fue la pesificación de la economía. El discurso oficial era que se acababa la “manía” argentina de utilizar dólares para ahorrar o para comprar inmuebles. Y, en lugar de crear instrumentos financieros en pesos, la medida anunciada crea instrumentos en . . . ¡dólares! Uno de los cuales sirve para comprar inmuebles en . . . ¡dólares!.
La clave
La clave para comprender una medida tan contradictoria tiene tres letras: YPF. El Gobierno se compró un gran problema al expropiar/confiscar las acciones de Repsol: cómo financiar a la petrolera, cuando ya está claro que no resulta fácil atraer inversores externos. Y encima, con la escapada del dólar paralelo, perdieron atractivo las colocaciones de YPF en pesos. Todo esto en el marco de la menor capacidad de producción de YPF por el incendio de la refinería de Ensenada.
En este contexto, el objetivo es “matar dos pájaros de un tiro”. Con el título que absorbe dólares para depositarlos en el Banco Central (disfrazado de instrumento para movilizar el mercado inmobiliario) repone las reservas que tome para financiar a YPF (ya había anunciado la utilización de 2.000 millones de dólares). Y con el otro bono, el que rinde un interés anual del 4%, inyecta dólares directamente en YPF.
Esta medida no ataca los problemas centrales de la inflación y la suba del dólar paralelo, encima da señales confusas y contradictorias, por lo que seguirán profundizándose los problemas económicos.