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Por Sebastián Turello. La frase fue pronunciada por Mariel Fornoni, socia directora de la consultora Management & Fit (M&F), durante la segunda jornada del Coloquio de la UIC, al describir la foto política a 10 días de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), en términos de la opinión pública.
¿La economía? bien, pero de eso no se habla
La gente vota con el bolsillo suelen decir. Es por ello que conocer las expectativas económicas del electorado de cara a las PASO resulta relevante. Contrario a lo que se puede pensar, el estudio de M&F presentado por Fornoni señala que las perspectivas económicas vienen mejorando desde septiembre de 2014. Para ese entonces 6 de cada 10 encuestados pensaba que la situación podría empeorar en los próximos meses, mientras que durante este mes esa proporción se redujo a la mitad. «Este optimismo se evidencia en los simpatizantes del oficialismo y de la opsición», advierte Fornoni.
Entonces ¿cambiamos? Ante este interrogante la sociedad podría dividirse en tercios. Uno que quiere profundizar actual modelo; otro, pide un cambio y un tercer sector prefiere una combinación de continuidad y cambio. «La lucha entre Scioli-Macri se está librando en este último tercio», apunta Fornoni. «La gente quiere asegurarse cierta estabilidad económica y política», completó.
Con respecto a la falta de pronunciamiento sobre los temas económicos, Fornoni explicó: «Con la herencia que deja el actual Gobierno la oposición no puede hacer campaña planteando su proyecto económico (detallando diagnóstico y solución) porque estaría dando malas noticias. Esto facilita el camino del oficialismo».
En las PASO y en las generales ¿prevalecerá el oficialismo?
«No se puede extrapolar los resultados de la elecciones provinciales a las nacionales porque se votan otras categorías pero hay ciertas correlaciones», advierte Fornoni. «Aún hay mucha gente con incertidumbre sobre qué va hacer en las elecciones del próximo 9 de agosto», agrega. Según las últimas mediciones de M&F, en las PASO Daniel Scioli lograría 35,3%; casi 10 puntos por encima de Mauricio Macri (26,5%) y 5, por arriba de la interna de Cambiemos (Macri + Sanz 2,3% + Carrió 1,7%).
En los que respecta a la interna UNA, Massa aparece aparece con 11,8 puntos y De la Sota con 6,5. «Creo que el desafío de De la Sota tiene que ver con la fiscalización de sus votos, aunque no debería ser así. En la provincia de Buenos Aires si no tenés un desarrollo territorial fuerte es complicado. No es un tema menor», mencionó Fornoni.
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Otras definición importante de Fornoni fue que «el Congreso seguramente va dejar de ser una escribanía«. De hecho el oficialismo tendrá en juego 83 de 130 bancas en la Cámara de Diputados y 9 de 35, en la de Senadores. Más allá del Frente para la Victoria y sus Aliados, lo más probable es que ningún partido alcance la mayoría en el Congreso tras las elecciones, concluye el informe de M&F. En ese sentido la C.A.B.A, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba son distritos claves para definir.
Con este escenario, ¿habrá ballotage?
Fornoni: «Nosotros prevemos un escenario de ballotage, porque ninguno de los candidatos llegaría al 45% de los votos en la primer vuelta. Hay que ver si en las PASO la diferencia a favor de uno de los precandidatos es muy amplia, ya que probablemente ése tome mayor envión en la primera vuelta».
Suponiendo un posible ballotage presidencial, la pregunta del millón, ¿cómo se repartirían los votos entre los dos candidatos? «Es muy difícil saberlo. Si hay ballotage sería recién en noviembre y aún faltan 4 meses. En nuestro país, ese tiempo es una eternidad. Hacer especulaciones de este tipo y sobre esta instancia, no es muy útil ya que es poco probable que se concreten. La gente tiene mucha incertidumbre», destacó Fornoni.
Polémica y cansancio con las encuestas
Una de las preguntas inevitables de la prensa estuvo vinculada al error colectivo de las encuestadoras en la segunda vuelta porteña. Al respecto Fornoni dijo: «Es llamativo porque la Ciudad de Buenos Aires es un distrito homogéneo y acotado geográficamente. Todos coincidimos en que teníamos una diferencia de 9 a 12 puntos entre Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau. Terminó siendo de 3. En la proyección de votos teníamos a Rodríguez Larreta con 54% y a Lousteau con 45%, pero terminó siendo 51 y 48% respectivamente, lo que implicó un error del 3% en cada caso. Al ser un ballotage, el error se duplica. Lo que le sobra uno le falta al otro. Es válido aclarar que nosotros no medimos la diferencia entre ambos candidatos. Lo que pasó en la Ciudad tuvo que ver con el voto el blanco. Habíamos estimado entre 8 y 9% en esa condición, pero fue 5%. La diferencia fue a Lousteau y eso distorsionó».
Al voto en blanco y a la no medición de la diferencia entre ambos candidatos, Fornoni le suma la incertidumbre de los votantes y su cansancio con las encuestas. «Hay un hartazgo con las encuestas que hace que la gente termine contestando cualquier cosa, y un fuerte nivel de incertidumbre. Es por ello que los resultados de las encuestas habría que agarrarlos con pinza», finaliza la directora de M&F.