Por Héctor Cometto. El próximo será un año fundamental en el destino de Racing e Instituto, al borde del quebranto justamente cuando ellos lograron evitar ese capítulo negro que ya protagonizaron Belgrano y Talleres y del cual salieron indemnes y fortalecidos.

Son dos clubes representantivos, que deberán encontrarle salida a una situación angustiante.

La “T” renueva esperanzas con flamante técnico, Rubén Forestello, con aval de adaptación por la experiencia y presagio de búsqueda de buen juego. Deberá lidiar con un grupo que hasta ahora no encontró su eje y en su curva sinuosa, las caídas no tuvieron el freno anímico que proveyó el último líder, Javier Villarreal.

Belgrano ha logrado la base eterna y en ella descansa, aunque su sueño puede ser conmovido por la tentación de emigrar de los diferentes de arriba. Este año le trae obligaciones de campeonato: es así, cuando más se tiene más se quiere.

2014 nos tendría que entregar algún golpe internacional para ver crecer la nueva generación, luego de las despedidas de Nalbandian y Oberto. Nos tendría que brindar, por ejemplo, el relanzamiento en el rugby de Los Dogos luego de su peor año; algún cordobés tendría que sumarse al gran momento internacional que vive el boxeo argentino y una mayor regularidad para Atenas, trasladando lo que se avizora en las planillas con sus nombres; a la cancha con un equipo protagonista y decisivo.

Principal deseo también para el básquet y el fútbol en sus mundiales. Para los dos grandes de nuestro deporte, Emanuel Ginóbili y Lionel Messi. El deseo tiende a ser literal. Queremos disfrutarlos una vez más, esta vez en lo más alto del podio de sus vidas.●

Redacción Turello.com.ar

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