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Por Claudio Fantini. Mientras el papa Francisco prepara su visita a Irlanda, le llegó una mala noticia desde ese país: en un referéndum, los irlandeses acaban de pronunciarse masivamente a favor de la legalización del aborto. Dos de cada tres apoyó una enmienda de la Constitución. ¿Qué significa este dato para el jefe de la Iglesia Católica y la discusión que se da en la Argentina?
No es un dato más porque Irlanda es, junto a Polonia y a Italia, el país más católico de Europa y, más aún que los polacos, los irlandeses hacen del catolicismo una señal de identidad nacional. Por eso sus máximos símbolos nacionales son la Cruz Celta y el Trébol de tres hojas, la planta que usaba San Patricio (el evangelizador de la isla) para enseñar la Santísima Trinidad.
El aborto fue siempre condenado en Irlanda. En 1983, se aprobó por referéndum la Octava Enmienda “para proteger la vida de los no nacidos”. Aquella reforma constitucional se hizo por referéndum y la sociedad votó masivamente contra la legalidad del aborto. Ahora, ocurrió exactamente al revés.
La masiva aprobación del aborto en la católica Irlanda no puede pasar desapercibida en la Argentina, donde el tema ha sido incorporado al debate público.
El 66% de los irlandeses aprobaron la legalidad de abortar. Es un paso más de las posiciones seculares contra los dominios jurídicos, en los cuales siempre había imperado la Iglesia.
Por la gravitación de la Iglesia, Irlanda fue el país europeo que más tardó en introducir el divorcio. Finalmente, en 1995 llegó el demorado referéndum, en el que la mayoría aprobó el divorcio. Y hace un par de años, otro referéndum aprobó masivamente el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Como expresión de la secularización de esa sociedad celta y el retroceso de la influencia eclesiástica, al gobierno irlandés lo encabeza un declarado homosexual: el primer ministro Leo Varadkar, descendiente de indios de sólo 39 años.
La masiva aprobación del aborto en la católica Irlanda no puede pasar desapercibida en la Argentina, donde el tema ha sido incorporado al debate público. La Cámara de Diputados tiene previsto tratar el tema el 13 de junio próximo.
El papa Francisco ya inició una fuerte ofensiva para evitar que el aborto sea legalizado. El sermón del arzobispo Mario Poli en el tedeum del 25 de Mayo lo pone de manifiesto.