Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Claudio Fantini. La matemática indica que Gustavo Petro no tiene asegurado el triunfo en el ballotage en Colombia. Por el contrario, la matemática indica que las chances de su contrincante, el millonario empresario y un outsider de la política, Rodolfo Hernández, son más probables. Qué puede pasar en la segunda vuelta convocada para el 19 de junio próximo.
El candidato de la izquierda ganó cómodamente al superar el 40% por ciento de los sufragios, y por más de 10 puntos porcentuales al segundo.
Si se enfoca el resultado de la primera vuelta desde los votos obtenidos, Petro sería el próximo presidente, ya que nunca en Colombia se revirtió una ventaja de diez puntos entre el primero y el segundo.
En el análisis del resultado desde el arco político, se ve que la derecha superó el 60% de las adhesiones.
La pregunta es si el 23% de votos de la derecha tradicional que obtuvo Federico Gutiérrez, se suma en el ballotage al 28% que obtuvo Rodolfo Hernández, entonces es el ex alcalde de Bucaramanga el que conquistará la Presidencia.
Lo que ocurrió en primera vuelta es un hecho histórico. No sólo ganó por primera vez en primera vuelta un candidato de izquierda, sino que se acerca a la Presidencia un ex guerrillero, alguien que tiempo atrás enfrentó con las armas al establishment inamovible que siempre gobernó a Colombia.
Gustavo Petro fue alcalde de Bogotá y ocupa una banca en el Senado, pero antes de entrar al escenario político fue un combatiente del Movimiento-19 de Abril, más conocido como M-19.
Existen razones para esperar de Gustavo Petro un eventual gobierno de progresismo democrático, aunque hay temor que incline al país al eje Caracas-La Habana.
Esta guerrilla cobró notoriedad al robar la espada de Simón Bolívar, y quedó demonizada por su acción más brutal: la toma del Palacio de Justicia, que derivó en una masacre en 1985.
En 1970, un presunto fraude impuso al candidato del establishment Misael Pastrana Borrero, representado por el Frente Nacional, un instrumento con el que se repartían el poder los liberales y los conservadores.
El general Gustavo Rojas Pinilla, a quién habrían birlado la elección, había encabezado una breve dictadura tras derrocar al ultraderechista Laureano Gómez, y su gobierno había impulsado políticas desarrollistas que tuvieron muy buenos resultados en la economía.
La indignación hizo surgir el M-19 como guerrilla de perfil nacionalista, que promovía un socialismo democrático, no marxista.
El M-19 surgió de otra desilusión de la centroizquierda. Cometió estropicios, pero de sus filas salieron dirigentes que hicieron valiosos aportes a la democracia. El mayor ejemplo es Víctor Navarro Wolf, quien llegó a ser presidente de la Convención Constituyente que redactó la Carta Magna.
Existen razones para esperar de Gustavo Petro un gobierno de progresismo democrático, aunque también existe el riesgo de que, como el presidente de Bolivia, Luis Arce, aun gestionando la economía con racionalidad y pragmatismo, acerque a Bogotá al eje Caracas-La Habana-Managua.