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Por Eugenio Gimeno Balaguer. Dar sentido a nuestras vidas es encender nuestro fuego. Es vivir nuestras vidas con un propósito, cualquiera que sea el oficio. Es tratar que cada día valga la pena. No es simple. Algunos días nos sentirnos con ganas de rendirnos, por eso hay que encender y mantener encendido nuestro fuego interior.
Para encender ese fuego interior y mantenerlo vivo es recomendable:
● Mantener viva la curiosidad: preguntar todo el tiempo, sin tener vergüenza. Sorprenderse por la novedad, mantener una «mirada ingenua».
● Comprometerse con el aprendizaje permanente: en cada oportunidad que tengas. Cualquiera sea tu «aventura de aprendizaje», te dará la información necesaria para transformarte en un «principiante» del tema que elijas. » Relacionadas: «Aprendizaje y juegos«; «Desaprender para re-aprender«.
● Crear una comunidad o unirse a una con personas de mirada similar: podemos tener un amplio círculo de relaciones, pero sólo un puñado de personas con quienes compartir nuestro viaje de «vivir según nuestros valores». Estas personas te alentarán y ayudarán a crecer. » Relacionada: «3 verdades para que un grupo sea un equipo de trabajo«.
● Ser selectivo en reuniones: hay que elegirlas con cuidado. A veces se obtiene mucho más en la privacidad de la casa, que en muchas de las reuniones de trabajo en las que se participa. » Relacionada: «Cómo hacer reuniones productivas» .
● Hacer ejercicio: dejar el trabajo por un momento. Salir y concentrarse en el mundo que te rodea, te refrescarás y renovarás. » Relacionada: «5 tips para ponerse forma«.
● Ser amable con uno mismo: los errores son necesarios para aprender, duelen pero hay que perdonarse y continuar.
● No “castigarse” demasiado: con tantas opciones -reír, aprender, llorar, huir, abandonar, volver a intentar- hay que tomar conciencia que a veces uno no elige dónde estar, pero siempre puede elegir cómo estar y de esto depende que esa elección brinde el combustible para que tu fuego se encienda y no se apague.