Por Sebastián Turello. El mundo del trabajo enfrenta una obligada transformación con múltiples desafíos, pero también con ciertas dualidades.

“En el corto plazo, va a ser muy complejo. Muchas actividades no van a poder reconvertirse (…), mientras que otras, van a vivir un florecimiento”, advierte Andrés Pallaro, director del Observatorio del Futuro de la Universidad Siglo 21.

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En lo inmediato, las proyecciones parecen darle la razón a Pallaro:

• A nivel mundial, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que la cantidad de horas laborales de los empleados full time disminuirá 10,7% en el segundo trimestre.
• A nivel nacional, el Ministerio de Trabajo informó que las expectativas netas de aumento de personal para el trimestre mayo-julio “se ubicaron en el valor más bajo (-6,8%) de la serie”.

Ante este escenario, Pallaro considera necesario celebrar nuevos contratos sociales, más allá del Gobierno de turno. “Claramente uno de los puntos tiene que ver con acortar la brecha digital”, apunta.

 

Brecha digital: conectados y desconectados

 

“La sociedad tiene riesgo de convertirse en una sociedad dual, donde haya una parte conectada a las tecnologías que gana cada vez más y otra, mayoritaria, que está estancada en trabajos que rinden cada vez menos”, alerta el director del Observatorio del Futuro de la Universidad Siglo 21.

“La sociedad tiene riesgo de convertirse en una sociedad dual…”

Por supuesto, la problemática excede al mundo laboral.

En el ámbito socioeducativo, un estudio de la Universidad Católica Argentina señala que casi la mitad de los hogares (47%) con niños y adolescentes no cuentan con conexión a Internet.

No obstante, “hay buenos ejemplos de cómo acortar dicha brecha. Por caso, las iniciativas de Potrero Digital en La Matanza y en Morón”, destaca Pallaro.

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Los dos lados de la digitalización

 

• El lado bueno: ahorro de tiempo y de dinero (especialmente para los empleadores), junto a un menor impacto ambiental, son algunos beneficios que suelen mencionarse al hablar del trabajo remoto.
• El lado malo: la falta de regulación del teletrabajo, la brecha digital, las actividades excluidas por su naturaleza y el resultado incierto sobre la creación de empleo.

Con respecto a este último punto, el referente de la casa de altos estudios sugiere: “mucho trabajo mancomunado entre lo público y lo privado, analizando sector por sector, cómo apoyar a la digitalización para que ésta sea una fuente de nuevas oportunidades”.

 

Habilidades para el trabajo del futuro

 

A la hora pensar en el futuro, Pallaro sostiene que “hay mucha gente que se siente sola y abrumada por la aceleración tan brutal de los cambios. Y si bien Internet es un océano de información, es muy estresante decidir”.

Entonces, en medio de esta hecatombe, qué pueden hacer los trabajadores para reconvertirse profesionalmente.

En primer lugar, el director del Observatorio del Futuro de la Universidad Siglo 21 recomienda trazar el horizonte laboral. ¿Cómo? acudiendo a algún mentor, coach, o centro de orientación vocacional, si la situación lo permite.

“Aquí las personas más humildes (…) necesitan la mano del Estado. Por ejemplo, yo digo que lo primero que deberían tener los CPC es una oficina de orientación laboral para estas personas”, aclara.

En segundo lugar, Pallaro aconseja incorporar y perfeccionar las habilidades con alto potencial a futuro. Entre ellas, las digitales (tecnológicas), las “blandas” (humanas) y las técnicas (específicas de cada vertical o sector).

Para más detalles, vea el video publicado en esta nota.

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