Por Gustavo Rossi. El 1° de Mayo fue internacionalizado como el Día del Trabajador, una jornada que premia el esfuerzo con el descanso, y que debería servir también para no olvidar el motivo de la gesta.

Pasaron 129 años de aquel 1° de Mayo en el que un grupo de trabajadores reclamaron dignidad. Sentían que las 18 horas obligatorias de lavoro les quitaba parte de su vida. El trabajo es en sí mismo es dignidad, pero el fin último de su resultado es el disfrute con la familia y los afectos. Allí, se centró el reclamo, por una jornada de ocho horas de trabajo para complementarlas con ocho de descanso y ocho de esparcimiento.

Un taller de vidrio en Indiana, Estados Unidos (1908). Las malas condiciones laborales en plena Revolución Industrial contribuyeron al surgimiento del movimiento obrero y a sus reivindicaciones.  Foto: Lewis Hine.

Aquellos tiempos eran de una intolerancia inusitada (esperemos no retrotraernos tanto). El trabajo poco remunerado y el excesivo tiempo demandado motivaron una huelga con movilizaciones, que terminaría confrontando con la Policía. En las refriegas, perdería la vida una persona, hecho que les serviría de excusa a las autoridades para condenar a cinco dirigentes sindicales a la horca, tres de ellos periodistas.

❝La jornada de ocho horas es un conquista social que nació de la busqueda de la dignidad❞

Muchos de nuestros feriados tienen un anclaje en hechos reivindicativos que costaron vidas para lograrlos. Por eso, deberían servirnos para reflexionar o tal vez no dejar que caigan en el olvido. Por ejemplo, que la jornada de ocho horas es una conquista social que nació de la búsqueda de la dignidad.

Desde el campo del gremialismo, en el que las reivindicaciones tienen vocación de convertirse en legislación con justicia social, queda aún mucho por hacer.  Por caso, la igualdad del salario entre el hombre y la mujer, la reconversión de la mano de obra para dignificarse con el trabajo y no con los subsidios, la reinserción directa de las personas con capacidades especiales, el trabajo no registrado, la explotación laboral, entre otras metas aún sin cumplir. Tomemos este 1° de Mayo como un gran puntapié inicial.

¡Feliz día del trabajador!

Gustavo Rossi.
Secretario general de UECARA del Interior.
Sindicato de los Peajes y la Construcción.

Columnista Invitado

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