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El día después de las elecciones del próximo domingo dejará ganadores y perdedores. Más difícil que entrever la nueva relación del poder político, es la dura agenda que aguarda al Gobierno de Cristina Kirchner en las decisiones sobre los temas económicos.
El principal desafío para el kirchnerismo, que verá amanecer el lunes próximo con menor poder en ambas Cámaras del Congreso, es cuidar los dólares del Banco Central. Las reservas cayeron U$S 9.000 millones este año y más de U$S 19.000 millones desde enero de 2011, cuando superaron los 52.000 millones. Ayer, cerraron en U$S 34.023 millones.
La caída de las reservas obedece:
■ Al pago de deuda pública por cuenta del Tesoro nacional.
■Las importaciones de energía, que provocarán un déficit en la balanza energética de U$S 3.000 millones.
■Los gastos de turistas argentinos en el exterior, que se llevan más de U$S 600 millones mensuales.
«De mantenerse la política de hacer frente a los vencimientos de deuda con divisas de. Banco Central, las reservas -que equivalen a 6,7% del PIB-, podrían llegar a 3,6% en 2015», advierte un informe de los economistas Marcelo Capello y Néstor Grión (Ieral-Fundación Mediterránea).
Escenarios posibles
● Megadevaluación para ajustar el dólar oficial ($ 5,87) al dólar blue ($ 10,05). Provocaría una fuerte reacción social a partir del discurso reciente del kirchnerismo y de la inflación que generaría en una primera etapa, con fuerte pérdida del salario. Poco probable.
● Desdoblar el mercado cambiario para establecer un dólar comercial (exportaciones e importaciones se regirían por este valor) y financiero (para otras operaciones comerciales y el turismo, con una cotización de entre $ 8 y 9). Tiene pros y contras en el comercio exterior (es un aliento, pero aparecen la subfacturación de exportaciones y la sobrefacturación de importaciones para hacerse de dólares). Lo defiende un sector del Gobierno (Axel Kicillof). Medianamente probable.
● Más cepo cambiario implicaría un aumento del recargo sobre el dólar turista (pasaría del 20% al ¿30 ó 40?); posible impuesto sobre los automóviles de lujo y más restricciones a las importaciones. Es factible aplicarlo en una primera etapa hasta que aparezcan mayores dificultades (por caso, menos importaciones afectan las exportaciones y el empleo). Este esquema bajo una fuerte emisión (para cubrir el déficit fiscal) alienta la inflación, que ya alcanza al 25,4% interanual, según Inflación Congreso. Altamente probable.
Cualquier medida necesitará un nuevo equipo económico, ya el que encabeza Hernán Lorenzino (“Me quiero ir…”) está desprestigiado ante la sociedad. Además, cualquier proyecto necesitará de una coordinación de políticas fiscal (el principal motor de la emisión y de la inflación), monetaria y cambiaria.