Por Claudio Fantini. ¿Qué tienen en común la ofensiva en Gaza y el ajuste de Milei? El riesgo es que las medidas anunciadas por el Gobierno tenga un efecto similar al de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, del apoyo a la crítica. Repasemos los puntos en que convergen ambos temas y los desafíos.

Nadie está en desacuerdo con el objetivo de destruir totalmente a Hamas.

Después del sanguinario del 7 de octubre, todos avalan la eliminación total de la organización terrorista, desde los milicianos rasos hasta los comandantes y dirigentes políticos.

La ofensiva en marcha cuesta una inmensidad de vidas y sufrimientos civiles, por cada terrorista abatido.

Y el resultado es que en la retina de la humanidad ya no está el crimen abominable que cometió Hamas en los kibutz y aldeas agrícolas del sur de Israel.

Lo que está en la memoria ahora son las muertes de miles de civiles, incluidos millares de niños, y la destrucción de sus hogares, hospitales y escuelas.

Tregua en Gaza

A esta altura, hasta las potencias aliadas de Israel le reclaman treguas y le reprochan los daños que está provocando en la población civil.

La señal más contundente del revés político que le está causando a Benjamin Netanyahu su probable éxito militar, es que Estados Unidos haya empezado a exigir un cambio de gobierno en Israel.

EE.UU. sugiere la necesidad de volver a avanzar hacia la creación del Estado palestino que se había acordado en Oslo.

El principal aliado de Israel en el mundo señala el extremismo de la administración que el Likud comparte con partidos del fundamentalismo hebreo.

 A este panorama se suma la votación en la Asamblea General de Naciones Unidas, en la que la posición israelí salió abrumadoramente derrotada.

La gestión de Milei

El aislamiento de Israel en la lucha en Gaza puede aportar una clave en otra dimensión de la realidad.

Se trata del riesgo social y político de la implacable embestida que lanzó Javier Milei contra el déficit fiscal que lleva décadas devorando la economía.

Si el ajuste impacta en el bolsillo de lo que fue su océano de votantes, el presidente descubrirá que el amor electoral es fugaz y que la luna de miel entre mandatarios y sociedades es cada vez más corta.

Milei dijo una y otra vez que el ajuste impactaría sólo en “la casta política” y no en la vida de la gente.

Y cuando los ya debilitados bolsillos de las clases media y media-baja languidezcan aún más, la consideración de que Milei no miente, no actúa, no simula, que son capitales importantísimos, podría desmoronarse.

La sociedad podría colocarlo en el mismo estante de la clase política que miente, que simula y que estafa. Eso aún no ocurrió.

El economista, que logró un respaldo abrumador en las urnas, fue el primer candidato que prometía un duro ajuste en una campaña electoral.

Si quienes lo votaron perciben que Milei también afirma cosas que luego no suceden, empezarán a verlo como uno más de la tan justamente denostada “casta política”.

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Claudio Fantini

Politólogo y periodista. Analista político en medios argentinos y del exterior. Profesor y mentor de Ciencia Política en la Universidad Empresarial Siglo 21 (UES21). Autor de varios libros, el último de los cuales es la La Gravedad del Silencio.