Por Sebastián Turello. Los incendios forestales ya han afectado a más de 120 mil hectáreas en 11 provincias. Se estima que casi un tercio de ellas, habrían sido arrasadas por el fuego en Córdoba, el peor registro en 12 años.
Gracias al encomiable trabajo de miles de personas, entre bomberos voluntarios, Defensa Civil, municipios, comunas y otros actores, se contuvieron los diversos focos en la provincia.
No obstante, persiste la guardia de cenizas para evitar posibles reinicios.
A las incalculables pérdidas, se les suma la preocupación por la destrucción del medioambiente y el pronóstico de una temporada más seca.
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Daño a los bosques nativos, pérdida de biodiversidad, erosión del suelo y contaminación de algunos cursos de agua por las cenizas. Ésas fueron algunas de las consecuencias señaladas por María Laura Moreno, bióloga y profesora de la Universidad Siglo 21, a Los Turello.
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El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación llegó este sábado al Valle de Punilla con asistencia para las víctimas de los incendios forestales que afectan la región.
Se enviaron ocho camiones con:
Además, se destinaron a esa zona materiales para ayudar en la reconstrucción de los hogares alcanzados por el fuego: herramientas varias, pisos flotantes, juegos de grifería, artículos de bazar y artículos para el hogar.
Por su parte, el Ministerio de Desarrollo Social de Córdoba, coordina, junto a autoridades de comunas y municipios afectados por el fuego, el relevamiento de daños sobre muebles e inmuebles.
Los afectados serán asistidos con el Fondo Permanente para Atención de Situaciones de Desastre. Contempla subsidios no reintegrables para la subsistencia familiar, la reposición de daños en bienes muebles y daños de inmuebles familiares y comerciales
Además, a través de la Secretaría de Ambiente, junto a un equipo intersectorial con 65 representantes, avanza en un plan de restauración ambiental. En su último encuentro, se expusieron los avances del trabajo, el diagnóstico y los lineamientos del mencionado plan.
Con respecto al clima, el meteorólogo Jorge Ruiz, de la Bolsa de Cereales de Córdoba, citó estudios internacionales que pronostican, con 60% de probabilidad, un evento de «La Niña» para la primavera.
En otras palabras, las precipitaciones de los próximos meses estarían por debajo del promedio, lo que significaría una temporada más seca de lo habitual.
Según, Ruíz la escasez de agua complica al desarrollo de varios cultivos.
Por caso, la ingeniera agrónoma Daniela Rodríguez, del Departamento de Información Agrícola (DIA) de la BCCBA, advierte que el trigo y el garbanzo presentan síntomas de estrés (déficit) hídrico, además de daños por las heladas. La zona afectada es de 45% y de 32%, respectivamente.