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El paro de la CGT fue “contundente” en el transporte y en el sector público, pero dejó ver grietas en el ámbito privado. El descuento por los días de paro y el temor a la pérdida del empleo condicionaron la protesta en el ámbito privado. Además, hay cierto hartazgo con este tipo de metodología.
Jorge Sappia y Adrián Brito, ex ministros provinciales de Trabajo en gestiones del radicalismo y peronismo, respectivamente, analizaron estos temas en Los Turello. Coincidieron en reclamar la vuelta al diálogo y el rechazo a las manifestaciones de violencia. ¿Despidos, flexibilidad laboral? Una síntesis de sus respuestas.
-¿Cómo evalúan el paro de la CGT?
● Brito: Es un fuerte llamado de atención para que el Gobierno cambie el rumbo político. Cuando no alcanza la plata para los comestibles, cuando se pierden empleos, cuando el sistema de salud empieza a colapsar, cuando empieza el detrimento del poder adquisitivo de los trabajadores, el que habla en representación del pueblo, es el gremialismo. Es un llamado de atención para que se cambie el rumbo del Gobierno. No concuerdo con eso de “voltear” a un Gobierno. Es una falta de respeto en las palabras. Que cambie el rumbo económico, porque vamos errados. Muchos empresarios han entrado en una bicicleta financiera; no les conviene crear puestos de trabajo, porque la rentabilidad es muy baja, y poner la plata a interés, es muy alta y da otros beneficios. Hemos colapsado un modelo económico, que no a dar soluciones. Yo no quiero que el Gobierno fracase.
«Muchos empresarios han entrado en una bicicleta financiera; no les conviene crear puestos de trabajo, porque la rentabilidad es muy baja, y poner la plata a interés, es muy alta».
● Sappia: Hubo dos errores. El del gremialista o los gremialistas que llevaron el helicóptero, y hablar del choripán y de las mafias, fueron dos cosas absurdas e innecesarias. Menos el Presidente, porque si habló de mafias, al día siguiente debió hacer la denuncia. El Gobierno tuvo aciertos y errores. Hubo un cambio, y como todo cambio, produce efectos negativos. Como todo cambio en una organización, la actividad se ralentiza, hasta que se pone en marcha. Esto está pasando aquí. No me cabe duda de que los trabajadores están siendo el impacto de la inflación, que no se detiene. Ha bajado un poco, pero tiene que bajar mucho más. Hay mucho malestar. La caída de la situación económica y de la actividad, ha provocado que algunas empresas tengan suspensiones y algunos despidos, no muchos más de lo que es la tasa normal de los despidos que ocurre en el país. No hay una precarización laboral distinta de la que hubo en los últimos 15 años en el país.
«Hay suspensiones y algunos despidos, no muchos más de lo que es la tasa normal en el país. No hay una precarización laboral distinta a la de los últimos 15 años».
-¿Hay una decadencia en la cultura del trabajo?
● Sappia: No es sólo un problema nacional, sino mundial. La introducción de la tecnología de la mano de la globalización, ha provocado una caída de la mano de obra en todo el mundo. Como respuesta, se lanzó la tesis de la flexibilidad laboral, cuando se dijo que hay que adaptar los términos de la legislación laboral a los nuevos términos. El trabajo a distancia es también todo un tema. En la Argentina, tenemos hoy la misma situación de precariedad laboral que se inauguró durante el gobierno de Menem. Hay una situación de descontento, eso genera presión. Más allá de la prepotencia de algunos sectores radicalizados, que le exigían a la CGT fijar la fecha del paro, la conducción sindical necesitaba fijar la fecha para descomprimir la tensión. Si esto fuera bien comprendido, por las dos partes, por el Gobierno y la conducción sindical, debería volver el diálogo y poner las cosas en un contexto de paz social, que el país necesita. Porque si no, le van a dar lugar a los violentos.
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¿Las organizaciones sociales y ciertos sectores de izquierda le marcan el paso a la CGT?
● Brito: ¿Por qué ganan la calle los sectores que no tienen empleo? Porque ha crecido (la desocupación)… los trabajadores que tienen representación laboral son los que tienen empleo. Debemos volver al diálogo. Tenemos que tener un Presidente que termine su mandato. ¿Con quién va a dialogar de un proyecto político o económico? Con el sector representante de los trabajadores. No tiene que entrar en (una competencia de) populismo, quién es el que tiene más fuerza. Este llamado de atención lo tiene que tomar el Presidente y sentarse a dialogar con los representantes del movimiento obrero.
-Preocupa la irascibilidad que se nota en la calle. además del mal ejemplo de Viviani.
● Sappia: Cualquier cosa que pase por un acto de violencia, es repudiable y debe ser rechazado por el conjunto de la ciudadanía. Todos hemos sufrido mucho por la violencia, no podemos aceptar nada que sea violento.
● Brito: El gremialismo hace 16 meses que viene contemplado las medidas. Los gremios han sido prudentes. El Gobierno debe sentarse a dialogar.
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