Por Claudio Fantini. Estaba cantado. La tijera rusa no se detendría en Crimea, sino que seguiría cortando el mapa ucraniano hasta poner bajo soberanía de Moscú todo el Este del país vecino. Ahora, las turbas pro-rusas ocuparon las sedes gubernamentales en Donestk, Jarkov y Lugansk. Proclaman la separación de Ucrania y la próxima realización de referéndum soberanistas como el que, semanas atrás, decidió la anexión de la Península de Crimea a Rusia.

Ucrania cada vez más recortada por la tijera rusa /
Infografía: en base a Télam y Períodico METROnet.

Donestk es la ciudad más industrial de Ucrania y Jarkov es la segunda urbe más grande y poblada, tras la capital, Kiev. Por lo tanto, la pérdida que sufriría la economía ucraniana sería de altísima significación. Y hay razones para sospechar que el Kremlin está detrás de los nuevos levantamientos anexionistas.

Por ciudad:

• Crimea: Rusia tiene la razón histórica (aunque Ucrania la razón jurídica), ya que fue la emperatriz Catalina II en el siglo 18 la que ocupó ese territorio poblado por tártaros que había sido un kanato otomano.
• Donetsk: el caso de esta ciudad es diferente porque la fundó, en el siglo 19, el industrial galés John Hughes, quien le dio la impronta siderúrgica que caracteriza la ciudad, cuyas fábricas tomaron mucha mano de obra venida desde las aldeas rusas del otro lado de la frontera.
• Jarkov: aquí Rusia tiene más argumentos demográficos que históricos y jurídicos.

El hecho es que la ocupación de las sedes gubernamentales en estas regiones, confirma que Vladimir Putin no se conforma con la Península de Crimea y, a través de las mayoritarias poblaciones de ancestros rusos que hay en el Oriente de Ucrania, podrá continuar su proyecto expansionista.

❝El expansionismo territorial ha escrito las páginas más sangrientas de la historia europea❞.

Con el mismo argumento demográfico, con que antes de arremeter sobre Ucrania había arrebatado a Georgia los territorios de Abjasia y Osetia del Sur, Rusia podría quitar territorios a Bielorrusia y a los países bálticos (en especial Lituania), además de anexar Transnitria, la región ruso-parlante de Moldavia.

Putin está redoblando la apuesta. El expansionismo territorial ha escrito las páginas más sangrientas de la historia europea. El avance de Rusia sobre territorios habitados por descendientes de rusos que mantuvieron la lengua de sus ancestros, evoca la aplicación del pangermanismo con que Hitler se lanzó a la anexión de todos los territorios centroeuropeos habitados por población germánica. Un proceso que comenzó con el “anschluss” (absorción de Austria), siguió con la obtención negociada de los Sudetes checoslovacos y el corredor polaco del Danzig, y terminó hundiendo a toda Europa en la peor guerra de su historia.●

Notas relacionadas:

18/03/2014 » Crimea: ¿primer paso de Putin hacia el imperio ruso?.
26/03/2014 » Cristina, con apoyo de Putin, desde Crimea a Malvinas.

Claudio Fantini

Politólogo y periodista. Analista político en medios argentinos y del exterior. Profesor y mentor de Ciencia Política en la Universidad Empresarial Siglo 21 (UES21). Autor de varios libros, el último de los cuales es la La Gravedad del Silencio.