Por Claudio Fantini. El escenario político argentino parece una novela escrita por Gabriel García Márquez o por Salman Rushdie. Realismo mágico en su versión latinoamericana o en su versión asiática.
Lo increíble ocurre a cada instante en Argentina.
Javier Milei que –en la previa de la PASO– aparecía tercero en todas las encuestas, sorprendió siendo el más votado en las Primarias. Y el candidato que salió tercero en esa instancia electoral, Sergio Massa, fue el más votado en las elecciones generales o primera vuelta.
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Parecía que no habría más sorpresas hasta el día del ballotage. Sin embargo, los últimos resultados electorales sacudieron el tablero político de Argentina, iniciando un tembladeral que aún no se sabe qué va a derrumbar, qué va a dejar en pie y qué hará surgir de las grietas que supuran odio en la sociedad.
La primera señal del tembladeral político fue el paso que dieron Macri Macri y Patricia Bullrich, que generó la imagen de un harakiri de Juntos por el Cambio (JxC) con la motosierra de Milei.
“La noticia causó un sismo al que difícilmente sobreviva JxC”
La noticia causó un sismo al que difícilmente sobreviva JxC. Incluso el Pro podría divirse, porque dirigentes como Emilio Monzó, Rogelio Frigerio, Pablo Avelluto y Horacio Rodríguez Larreta probablemente no acepten aliarse a una agrupación ultraconservadora de posiciones tan extremas, como La Libertad Avanza (LLA).
La segunda imagen fue la de un caballo de Troya en el que los macristas intentan llegar hasta donde no lo llevaron los votos: el Gobierno nacional.
El tembladeral no sólo podría derrumbar a JxC y al PRO. También sacude a LLA, un espacio donde, salvo excepciones, abundan fundamentalistas ultraliberales y ultraconversadores que hacen propuestas desmesuradas e incluso desopilantes.
Está claro que el Milei en estado puro que ha existido hasta ahora y la incontinencia barbárica de sus allegados más ideológicamente consustanciados con él, generaron el pánico que le dio el triunfo a Sergio Massa en la primera vuelta.
Schockeado por el inesperado segundo puesto, Milei empezó a entender lo que le falta para poder llegar a ser presidente y para poder gobernar. Por tal motivo:
“Puede haber una diáspora en LLA”
Silenciados y sintiéndose en peligro de ser desplazados por los “intrusos” macristas, los dirigentes de LLA entraron en ebullición.
Puede haber una diáspora en el partido de Milei. El problema de los que se irían, es que no tienen dónde ir.
No hay otro partido de extrema derecha con posibilidades de ganar una elección. Y los partidos de centro no los recibirían por considerarlos impresentables.
También Unión por la Patria (UP) sentirá el impacto del sismo que hace tambalear a los otros espacios políticos.
“(En UP) el principal afectado será el kirchnerismo”
El principal afectado será el kirchnerismo, de por sí muy relegado bajo la conducción de Massa, más allá de los lugares legislativos que ocupen.
El kirchnerismo seguirá empequeñeciéndose a la sombra de Massa, quien no tiene pensado hacerlo revivir, sino a lo suma brindarle un final sereno y con cuidados paliativos.