Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
Suscribite al canal de Los Turello.
Por Juan Turello. El Gobierno nacional acaba de atravesar la semana de mayor calma financiera tras el cierre del acuerdo por la deuda el 4 de agosto, señala mi nota en La Voz. “Fue una semana donde primó la lógica económica y la lógica política”, evalúa el operador financiero Aníbal Casas Arregui. Los desafíos que señala el economista Lucas Navarro. Veamos.
En la lógica económica, Casas Arregui señala la colocación de bonos por más de 255 mil millones de pesos; el reintegro al Banco Central de adelantos por 100 mil millones de pesos; la decisión de Martín Guzmán de establecer un esquema plurianual de reducción del déficit fiscal, entre otras medidas.
Esas medidas provocaron una baja de 26 pesos del dólar blue (169 pesos en relación con los 195 del viernes 23/10) y cierta tranquilidad en los dólares financieros por la acción de un “Gran Hermano”, que supervisó las operaciones y a los operadores.
La calma política sobrevino por los desalojos de Guernica y del campo de la familia Etchevehere, junto al compromiso de Alberto Fernández de respetar la propiedad privada.
Sin embargo, la actitud del Presidente volvió a generar dudas. En su intento de equilibrio interno, dijo que el plan agrario de Juan Grabois “es una idea a tener en cuenta”, cuando la producción requiere hoy de conocimientos, de maquinaria y de alta precisión para que sea competitiva y genere los alimentos que necesita el mundo.
Fueron más contundentes las definiciones de la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, pronunciadas en un programa de televisión por cable y con amplia repercusión en las redes sociales. Por contraposición, hubo sectores del Frente de Todos que cuestionaron los desalojos.
Los pasos dados por Guzmán tienen lógica económica, que necesitarán de respaldo político, aun en el tembladeral del próximo año electoral.
Casas Arregui usa una imagen de la pandemia para explicar la coyuntura: “Al enfermo le retiraron el respirador artificial, pero sigue en terapia intensiva”.
Los desafíos están vinculados con el dólar ahorro que volverá a estar disponible para la compra mensual de 200 dólares desde el lunes 2 de noviembre.
El drenaje de reservas no se detuvo en octubre. El Banco Central perdió unos 1.200 millones pese a las restricciones, incluidas las importaciones en cuentagotas y el parcial financiamiento de la deuda empresarial.
Los días 9 y 10 será la colocación de deuda por 750 millones de dólares. Es el camino de salida que piden los fondos Pimco y Templeton, que aún tienen fuertes colocaciones en pesos y pretenden dejar esas posiciones.
El economista Lucas Navarro, jefe del Instituto de la Bolsa de Comercio de Córdoba, destaca que octubre fue el primer mes desde agosto de 2019 (el mes de las Paso) en que el Tesoro no necesitó del financiamiento (emisión) del Central.
Pero advierte: “El drenaje del Banco Central, que ya tendría un balance neto negativo de reservas de libre disponibilidad, no despeja las expectativas de devaluación y mantiene la presión de demanda por la moneda extranjera”.
La negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) podría ser un certificado de esperanzas para un país que aún no asumió como conciencia colectiva que el Estado no debe gastar más que sus ingresos.
El acuerdo con el FMI abriría la puerta para recibir dinero fresco del Banco Mundial, del Banco de Desarrollo de América Latina (ex CAF) o del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aunque su flamante titular, el norteamericano Mauricio Claver-Carone, casi que entrecerró tal posibilidad a Alberto Fernández, quien hizo campaña en su contra.
El acercamiento de Alberto Fernández con los principales empresarios
-identificados como el “círculo rojo” del poder- alimenta las disputas con el kirchnerismo. Cristina Kirchner había descalificado la foto del 9 de Julio, en la que estuvo el Grupo de los 6.
A través de una extensa carta, la vicepresidenta tomó ahora distancia de los resultados de la gestión del hombre que ella eligió para ganar las elecciones.
Los sectores que muestran una recuperación están ligados al uso del dólar blue: automóviles, construcción (“estoy vendiendo como en los mejores tiempos”, dice un proveedor de maderas) y electrodomésticos, o bien los que financian sus ventas con tarjetas en cuotas.
El Gobierno ganó una semana, pero los desafíos que restan
-reducción del déficit fiscal y el acuerdo “salvador” con el FMI- exigirán sostener el rumbo y establecer un plan para evitar una devaluación desordenada.e,