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Por Juan Turello. No sólo la “grieta” divide a macristas y kirchneristas, sino también la percepción sobre la marcha de la economía. El Gobierno nacional exhibe datos positivos; para la sociedad, por el contrario, pesan en forma negativa la inflación y la desocupación creciente en algunos sectores, señala mi nota en La Voz. Veamos de qué se trata.
Para el Gobierno nacional hay signos alentadores a partir de la estabilidad cambiaria, la baja de la inflación y la posible recuperación del empleo y del salario en el último trimestre, o bien con los primeros meses de 2020.
En el primer trimestre de 2019, el salario perdió 1,5% en relación con la inflación, pero, según el Instituto de Análisis de la Realidad Fiscal (Iaraf), el año podría terminar sin caída del salario real, con una inflación de entre 40 y 42%. La mejora llegaría desde enero.
Para la sociedad, los datos de la economía real aún son muy difíciles de asimilar.
La inflación fue de 4,7% en marzo; de 3,4%, en abril y para mayo se estima entre 2,5 y tres por ciento, según cálculos privados. La suba de precios no se ha detenido en numerosos servicios que utilizan los sectores medios.
Las petroleras aducen que los combustibles están retrasados entre 10 y 15% en relación con el valor del dólar y del petróleo a nivel internacional. El aumento del impuesto a los combustibles se pasó a julio para evitar echar más nafta al fuego de la inflación, admiten técnicos del equipo de Mauricio Macri.
La recesión y la crisis cambiaria de marzo provocaron la pérdida de 4.200 empleos formales en Córdoba, en comparación con igual mes de 2018, según el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación. En un año, la Argentina resignó 268 mil posiciones.
Es el vaso medio vacío de la economía.
La propaganda oficial destaca que durante la gestión de Macri se llevó a cabo el plan de obras públicas más importante de la historia. “Es un dato concreto, no es un relato”, dijo el Presidente sobre el espectacular Paseo del Bajo en la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de una obra equiparable –en su impacto urbano- a la avenida de Circunvalación para la capital cordobesa. La publicidad incluye también cloacas, puentes y rutas.
Es el vaso medio lleno de la economía.
El dólar se estabilizó en torno de los 46 pesos. Además de la liquidación de divisas por una cosecha récord, influyen las tentadoras tasas de interés. La Leliq para bancos rinde más de 70 por ciento. ¿Cambiará la tendencia tras las primarias del 11 de agosto?
El otro logro espectacular del Gobierno es en materia energética, el principal insumo de la economía moderna. Es posible que en mayo se lograra el autoabastecimiento de petróleo, inédito en los últimos 13 años. En gas natural, la Argentina ya posee excedente en al menos ocho meses al año; en invierno aún hay que importar.
Lopetegui: «En Venezuela, un litro de nafta vale un centavo de dólar ($0,46 en Argentina), pero hay colas de 12 horas para cargar combustible».
Las millonarias inversiones en Vaca Muerta auguran que la Argentina volverá a exportar petróleo dentro de tres años.
Gustavo Lopetegui, secretario de Energía de la Nación, dijo en Córdoba que durante el kirchnerismo se construyó otro mito al poner en práctica “la sustitución de exportaciones”.
Sin modificar su tono de voz, usó esa irónica expresión para recordar que en 2006 la balanza energética tenía un superávit de 6.100 millones de dólares, mientras que en 2013 tuvo un déficit de 6.900 millones. “Por los precios artificiales, la ‘sustitución de exportaciones’ le costó a la Argentina 13 mil millones de dólares”, afirmó Lopetegui. El déficit de la balanza energética se reduciría este año a 2.300 millones de dólares.
El tema no fue explicado a la sociedad, como le señaló Rafael Bornoroni, de la Federación de Expendedores de Combustibles (FECAC). Los consumidores no terminan de comprender la razón de la suba del precio de la electricidad, que se multiplicó por ocho, y la del gas natural, que se incrementó 700% desde 2015.
“La Nación está quebrada”, se sinceró Lopetegui, y concluyó con un ejemplo: “En Venezuela, el litro de nafta cuesta un centavo de dólar (equivale a 46 centavos en la Argentina), pero hay que hacer ¡12 horas de cola! para cargar combustible en el país más rico en petróleo en el mundo”.
La grieta también es sobre temas económicos.