Por Sebastián Turello. Los Turello, junto a otros periodistas, visitó la planta de fabricación...
Autoridades del IAE y de Banco Macro, en una ceremonia conducida por la periodista Verónica...
La empresa Aguas Cordobesas celebró el cierre del programa “Construyendo Futuro 2024", con la...
Suscribite al canal de Los Turello.
Por Juan Turello. Quizás sin proponérselo Alberto Fernández, ex jefe de Gabinete entre 2003 y 2008, efectuó una de las revelaciones más interesantes sobre la gestión de Macri. Contó que se reunió con el ministro Alfonso Prat-Gay, de quien se declaró su amigo, ya que compartieron durante cierto tiempo la gestión en el kirchnerismo, señala el comienzo de mi nota en La Voz del Interior.
“Tenés que ser el ministro de Economía; si no, tu tarea va a ser recaudar, mientras que los de Agricultura y Transporte van a estar repartiendo subsidios”. Alberto Fernández reveló así, a grandes rasgos, su conversación con el funcionario encargado de administrar los recursos.
Prat-Gay no proviene del riñón del Presidente. Llegó por sugerencia de otros aliados de Macri. Rogelio Frigerio (Interior), Federico Sturzenegger (Banco Central) y Francisco Cabrera (Producción) lo acompañan desde que se lanzó a la carrera presidencial. También se cuentan Carlos Melconian (Nación) y los asesores económicos presidenciales Mario Quintana y Gustavo Lopetequi. Entre ellos, no hay un pensamiento uniforme sobre cómo bajar la inflación, remontar la caída de la actividad y generar empleo.
Entre los economistas y asesores de Macri no hay un pensamiento uniforme sobre cómo bajar la inflación, remontar la caída de la actividad y generar empleo.
Prat-Gay no es el único que conduce los temas económicos, pese a su exitosa resolución del cepo cambiario y de la deuda en default. Dicen que el Presidente no quiere un ministro todopoderoso para no repetir las experiencias de Carlos Menem con Domingo Cavallo, y Néstor Kirchner con Roberto Lavagna.
Alberto Fernández tiene razón en el reparto de los subsidios. Aunque justificados en la necesidad, en los últimos días se anunciaron fondos para el Litoral y 14.700 millones de pesos para evitar que el boleto en los ómnibus en el interior refleje los mayores costos por la suba de los combustibles y el acuerdo salarial de UTA.
El ministro de Finanzas puso negro sobre blanco los desacuerdos internos cuando sostuvo que “las tasas comenzarán a bajar tras el acuerdo con los holdouts”. Sturzenegger, doctorado en la ortodoxia del MIT, no se inmutó. Mantuvo la tasa de las Lebac en 38%.
El crédito productivo es una mochila para las pequeñas y medianas empresas. “La empresa que toma descubiertos al 45% está muy complicada”, afirmó el economista Nicolás Dujovne tras dialogar con Prat-Gay.
El encarecimiento del crédito para el consumo provocó una caída en las ventas de automóviles, electrodomésticos y en ferreterías, según reconocen comerciantes cordobeses de esos rubros.
El Gobierno apuesta a las inversiones. Pero aquí también tiene una pata floja. El ministro de Finanzas admitió que la pregunta más repetida que recibió en su contacto con inversores internacionales fue: “¿Qué están haciendo los empresarios argentinos?” La modorra de los locales despierta sospechas en el mundo sobre qué está pasando con la economía local.
La caída en el consumo, por ende del mercado interno; la desaceleración de China, que impacta en Brasil, y, a su vez, la propia crisis política y económica del principal socio comercial de la Argentina muestra un frente externo complicado.
Macri pone esfuerzos en los planes Primer Empleo, turismo y viviendas, pero la inflación sigue siendo su principal enemigo. Las tasas actuales tornan inviable el crédito hipotecario. Las ventas financiadas cayeron 37%en marzo, según desarrollistas cordobeses.
El aumento en los combustibles es contradictorio, luego de que se anunciara que no se producirían nuevos ajustes. La suba impacta en el transporte y en los costos de logística, que encarecen los bienes.
Por momentos, la política económica no parece tener un único hilo conductor.