Por Sebastián Turello. Los Turello, junto a otros periodistas, visitó la planta de fabricación de chocolates de Grupo Arcor, emplazada a la vera de la Ruta Nacional 9 (RN9) en Colonia Caroya, localidad de la provincia de Córdoba.
La imponente unidad de 30 mil metros cuadrados, especializada en la producción de tabletas, bombones con obleas, obleas bañadas y confitados, cumplió su 30° aniversario el 13 de mayo de este año.
“Estamos muy orgullosos de celebrar en conjunto los treinta años de la planta de chocolates más grande del país y además la cuarta década del legendario bon o bon, que se elabora allí y se ha convertido en nuestra marca más desarrollada, con llegada a más de 60 países en todo el mundo”, expresó Aquiles Quesada, gerente de Marketing del Negocio Chocolates del grupo.
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Ya en el ingreso de la planta, más específicamente en la galería que conduce al acceso principal se percibe un agradable aroma a chocolate. La sensación evoca inevitablemente a la película “Willy Wonka y la fábrica de chocolate”, pero con una notable diferencia: no es ficción.
De hecho, la historia del grupo multinacional en el negocio de chocolates comenzó en 1970; es decir, hace más de medio siglo. En la actualidad, Grupo Arcor posee siete unidades industriales (de 49 a nivel mundial) dedicadas a tal fin:
Puertas adentro de la planta cordobesa
La fábrica ubicada en Colonia Caroya posee 15 líneas de producción y una capacidad instalada de 47 mil toneladas al año.
“Es una fábrica modelo, totalmente insertada en el uso de tecnologías emergentes y en la digitalización de la industria, con procesos muy sofisticados que nos permiten producir, por ejemplo, una amplia variedad de productos sin TACC, además de variantes Kosher bajo los más altos estándares de calidad”, expresó Facundo Martin, gerente de la Planta Colonia Caroya.
La unidad integra a cuatro sectores productivos —concas, moldeo, confitados y bañado— mediante procesos de calidad certificada que apuntan a un paradigma de industria 4.0.
A lo anterior, se le suma la colaboración de más de 600 personas, con una antigüedad promedio de 20 años. “Tienen la camiseta puesta” y “con mucho orgullo”, destacó Cecilia Rena, gerenta de Asuntos Públicos de Grupo Arcor, al referirse al personal.
Dato no menor, para esta época.
Vuelta a los chocolates y al Bon o bon
La planta en cuestión elabora una amplia variedad de productos. Unos 170, para ser más exactos. Entre ellos, se encuentran los emblemáticos chocolates de las marcas Bon o bon, Aguila, Cofler y Rocklets.
—¿Cuántos Bon o bon producen diariamente en esta planta?
—Más de 2,5 millones de bombones por día, respondió Martin.
—En 20 días podrían producir un Bon o bon para cada argentino, acotó el periodista Walter Giannoni, quien también participó también de la visita al establecimiento.
Sobre el emblemático bombón, cabe agregar que, en el marco de sus 40 años, Arcor presentó sus versiones tableta y coco. Esta última, con buena recepción en Brasil, dijeron referentes de la compañía.
Pero ¿hay mercado para tanto chocolate?
Según explicó Martin, 75% de la producción de la fábrica tiene como destino el mercado interno, mientras que el restante (25%) se exporta a más de 20 países.
Quesada completó la radiografía desde el lado del consumidor.
Por caso, exhibió una diapositiva donde se advirtió que el consumo anual de chocolate per cápita es de 2 kilos en Argentina, incluyendo a los alfajores, ubicando de esta manera a nuestro país al final del top 10 mundial que lidera Suiza con 8,8 kilos.
Satisfacer las exigencias de distintos paladares y responder, a la vez, a las nuevas tendencias del mercado es todo un desafío.
Sin embargo, el grupo mantuvo esa premisa y lanzó nuevas propuestas:
¿Por qué comemos chocolates? —pregunta válida para cerrar esta nota—.
“Gratificación, darse un mimo, relax, energía y necesidad física” fueron las cinco motivaciones (drivers en inglés) que mencionó el gerente de Marketing.
Y sí. Difícil no tentarse.