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La falta de financiación por parte de bancos y el acortamiento de los plazos por parte de los proveedores generan un cuello de botella para las empresas cordobesas. Los principales dirigentes del sector pidieron medidas a De la Sota el viernes último.
El cónclave incluyó, además, un repaso sobre el clima social, la expansión del narcotráfico y la situación en la Policía de Córdoba, tanto en el encuentro con los industriales -agrupados en la Unión Industrial de Córdoba (UIC)- como con las principales asociaciones empresarias, nucleadas en la Cámara de Comercio de Córdoba (CCC).
Durante el intercambio que presenció el ministro de Industria, Martín Llaryora, los hombres de negocios plantearon demoras en el pago de las licitaciones del Estado, por caso en APROSS y otros organismos. «Esto determina que los precios que se ofrecen en las licitaciones estén por encima del mercado», explicaron.
Los industriales sugirieron promover créditos, con subsidios de tasas, para la compra de bienes de capital, como sucedió con la maquinaria agrícola en 2009. De la Sota pidió a la UIC que le acerquen propuestas.
«El tema de los proveedores es preocupante, ya que los plazos de pago -por la alta inflación- se han reducido a entre 7 a 30 días, según la mercadería. Otros, envían el pedido contraentrega de cheques», explicó un industrial.
Otro industrial explicó que las empresas metalúrgicas no tienen espaldas financieras para soportar un acortamiento de los plazos de pago por parte de los proveedores y, a la vez, el «estiramiento» que están efectuando las terminales a la hora de cancelar las facturas.