Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Sebastián Turello. Si hay algo difícil de pronosticar en Argentina, es su economía. Sin embargo, analistas de diversas entidades proyectaron el comportamiento de algunas variables claves, tales como la inflación y el dólar, entre otras.
Algunos, les pusieron número.
El asesor estratégico de la Bolsa de Comercio de Córdoba (BCC) y expresidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Guido Sandleris estimó que “en el mejor de los casos” el año terminará con una inflación anual de 120%, una reducción de -4% en el PBI y “cero” reservas internacionales.
¿Y el dólar?
Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA, actualizado a febrero de 2023, “el promedio (…) para el corto plazo indica que el tipo de cambio nominal para diciembre de 2023 se ubicaría en $333,36/US$”.
Por supuesto, habrá que ver cómo impactan los resultados del campo, las negociaciones con el FMI y las elecciones.
En relación a las iniciativas del gobierno Nacional para contener al precio de la divisa norteamericana, Sandleris advirtió que “sin credibilidad ni programa económico, todas las opciones son malas”. En ese sentido, proyectó un escenario con más restricciones a las importaciones y a la compra del dólar oficial, como así también una mayor probabilidad de que se produzca “un salto devaluatorio”.
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Por su lado, el economista y diputado nacional de Juntos por el Cambio, Luciano Laspina, advirtió que “ningún arreglo nominal va a resolver los problemas de fondo” de Argentina.
Para el funcionario, si no se implementan una serie de reformas para cambiar la coyuntura económica, “el país va a llegar a 2024 con 20 años de inflación y estancamiento”.
En otras palabras, el próximo año Argentina cumpliría dos décadas de estanflación.
Inviable por donde se lo mire.
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A esta compleja realidad económica se le sumó un “tiempo loco” con efectos negativos no sólo en la actividad agrícola, sino también en la potencial recaudación de los gobiernos y, por ende, en los bolsillos de los argentinos.
¿Qué está pasando en el campo?
“Venimos de tres años de sequía. Estamos con un problema de humedad (en los suelos) y el tiro de gracia fueron las heladas” apuntó –hace más de un mes– el titular de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), Erardo Gallo.
Aunque las últimas lluvias parecen haber cortado la sequía más grande de los últimos 30 años, el daño está hecho. De acuerdo a un informe de CREA, Argentina perdería más de 20 mil millones de dólares en exportaciones del campo, como consecuencia del “desastre climático”.
Ahora ¿cuánto pierde Córdoba?
Según cálculos de la BCCBA, el valor bruto de la producción agrícola 2022/23 sería 7.700 millones de dólares menor a su potencial.
¿A qué equivalen esos USD 7.700 millones?
“A 64.400 departamentos de un dormitorio en Nueva Córdoba”, estimó el economista de la entidad, Gonzalo Agusto. Y agregó: “la menor producción implica 660.000 viajes menos en camión hacia distintos centros de transformación o el puerto”.
Aunque como dijo Gallo “el partido (2023) aún no termino”, el clima será clave en los próximos meses.
¿Y cuál es el pronóstico?
Basándose en los cálculos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el analista de la BCCBA, Tomás Kember, adelantó que para el trimestre marzo-abril-mayo, se espera una etapa de cosecha bajo condiciones neutrales; con más de un 50% de probabilidad de temperaturas por encima del promedio.
Si se cumple el pronóstico del SMN, en ese período, las lluvias deberían estar en sintonía con los registros históricos.
Veremos.