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Aunque sin reconocerlo en forma explícita, Cristina Kirchner acude a medidas ortodoxas para evitar una espiral de precios, que afectaría su gestión. Devaluación, suba de la tasa de interés y, ahora, aumento en salarios por debajo de la inflación proyectada.
Es difícil que el Gobierno y la paritaria nacional docente lleguen a un acuerdo. Las autoridades ofrecieron una mejora de 22% en el año, mientras que el reclamo del magisterio está –por lo menos- 20 puntos porcentuales por encima. Hoy, volverán a reunirse.
Ante este panorama, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, ya advirtió que la mejora se establecería por decreto. Versiones oficiales indican que el aumento rondaría el 25%.
La negociación docente es la primera que se establece a nivel nacional y sirve como “paritaria testigo” para el resto de las actividades. Los gremios enrolados en la CGT oficial ya han sugerido que el pedido estará entre el 25 y 30%.
Aun así, el aumento estará por debajo de la inflación acumulada que rondaría 40% en el año, según coinciden las proyecciones de distintos economistas. El nuevo Índice de Precios al Consumidor nacional urbano (IPCnu) registró un alza de 3,7% en enero y para febrero se proyecta una suba similar o mayor. Las encuestas privadas están midiendo un aumento de precios del 4%.
“Los datos del nivel de actividad confirman una marcada desaceleración. Por el lado de la demanda, la caída de la confianza de los consumidores, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, el encarecimiento del crédito, entre otros. Por el lado de la oferta, se advierte un estancamiento en la producción industrial y una fuerte caída en la fabricación de automóviles”, resume Constanza Pérez Aquino (Ieral-Fundación Mediterránea).