Por Eugenio Gimeno Balaguer. Las conversaciones participan en la construcción de nuestra identidad, en la formación de nuestras relaciones personales, en la creación de posibilidades y de futuros diferentes. A través de nuestras conversaciones creamos nuevas realidades.

«A ellos les dejamos el silencio, siempre les gustó el silencio» dijo CFK | Foto: Reuters.

La conversación es el proceso básico que desde siempre ha cohesionado a los seres humanos.

Los seres humanos somos seres conversacionales. El tipo de persona que somos se define en las conversaciones que mantenemos con otros y con nosotros mismos. Quien “logra acceder” a nuestras conversaciones, logra asomarse al dominio misterioso e inasible de nuestra alma.

En las conversaciones encontramos las claves para comprender mejor cómo somos y por qué tenemos los problemas que enfrentamos. También, cuáles son las raíces de nuestras alegrías y de nuestros sufrimientos y cómo podemos, eventualmente, abrirnos paso hacia una vida de mayor sentido y plenitud.

Si aprendemos a transformar activa y responsablemente nuestras conversaciones, nuestro lenguaje, nos desarrollaremos como personas y colaboraremos en la transformación positiva de nuestro mundo.

El silencio

Si uno analiza cómo se conversa y escucha esta frase de Cristina Fernández de Kirchner: “Nosotros nos quedamos con el canto, con la alegría, y a ellos les dejamos el silencio. Siempre les gustó el silencio. ¿Saben por qué? Porque no tienen nada que decir o porque no pueden decir lo que piensan”, recuerda de inmediato que algunos sabios de la antigüedad decían: “Más sabio que hablar es el callar”.

Pero existe la conversación en silencio, ¿Qué se escucha en un gran silencio? La conversación más fuerte, más potente, está ahí, en el silencio interior, donde suenan voces dentro de nosotros que nos gustaría acallar: las de la inquietud, las de la obsesión, las de algunos deseos.

La búsqueda del silencio ha sido siempre el objetivo de las ascesis de todas las confesiones (religiones). En esta marcha existe un objetivo que se asimila y está diciendo que el acallamiento de las voces interiores no es un fin, sino un principio.

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