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Los gremios de Córdoba preparan una presentación ante la Justicia federal contra el Impuesto a las Ganancias que pagan los trabajadores. Algunos legisladores sugieren gravar la renta financiera. La idea es de equidad tributaria, pero con efectos no deseados.
El Instituto de Economía del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Córdoba (CPCE), que encabeza Mary Acosta, junto al titular de la Comisión de Impuestos, Arturo Zarazaga, evaluaron el tema en un informe que arroja las siguientes conclusiones:
■ Como equidad fiscal, es inobjetable. Un sector financiero no sujeto a tributación constituye una anomalía en las economías modernas. O sea, es equitativo aplicar un Impuesto a la Renta Financiera.
■ Además de proporcionar recursos, los impuestos permiten hoy disponer de información sobre el volumen de transacciones e introducir incentivos que eviten operaciones costosas desde el punto de vista social.
■ Gravar los intereses de los títulos públicos y los depósitos a plazos fijoen entidades financieras y de Obligaciones Negociables percibidos por personas físicas aportarían 5.370,3 millones de pesos al año. No es relevante la ganancia obtenida por la compraventa de acciones y títulos.
■ Esa recaudación equivale al 9,16% de la que se proyecta en 2013 para la cuarta categoría (asalariados en relación de dependencia), según la estimación del Instituto de Economía.
¿Qué hacer?
Eliminar el Impuesto a las Ganancias de la cuarta categoría supondría un costo fiscal de 58 mil millones (6,7% de la recaudación total), lo que agravaría el déficit fiscal. El rojo de las cuentas públicas llegaría este año a entre 70 mil y 80 mil millones, según cálculos de Marcelo Capello (Ieral-Fundación Mediterránea).
Si se optara por incrementar 25% el mínimo no imponible del tributo, el costo sería de 7.400 millones.
“De ninguna manera es posible suplantar Ganancias por el de a la renta financiera; lo más lógico es subir los mínimos, fijar una cláusula de ajuste automático y aggiornar las escalas, también instrumentando un esquema automático de acomodamiento”, sostuvo Mary Acosta (CPCE).
■ Efectos no deseados: desalienta la colocación de fondos en el país y tasas más elevadas para tentar a los inversores, entre otros.
Si los salarios tuvieran un incremento de 25%, los más afectados por el Impuesto a las Ganancias serían los mineros, trabajadores de petroquímica, automotrices, empresas proveedoras de luz, gas y agua, choferes y bancarios.
Elemento multimedia:
■ Presentación “Impuesto a las Ganancias: Exenciones sobre la renta financiera” / Fuente: CPCE Córdoba.