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Ramón Mestre (en Twitter: @ramonjmestre) retornará hoy a sus funciones, tras el viaje por Estados Unidos, para enfrentar las dos grandes batallas que sellarán la suerte de su gestión: el transporte urbano y los empleados municipales.
La UTA lanzó una asamblea (en realidad un paro encubierto), para la cual los delegados comenzarán a movilizar a los choferes desde las 7.30 en las punta de línea. A las 9, partirá la movilización hacia el Palacio 6 de Julio, con el apoyo del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba, que aportará a sus activistas.
El gremio y los delegados de Tamse no quieren que se entregue en concesión la empresa municipal de transporte, que requiere subsidios anuales por 100 millones de pesos, según funcionarios mestristas, y cuyo proyecto de concesión había sido anunciado en la campaña electoral.
Los empleados municipales, en tanto, que han realizado asambleas en distintas reparticiones, esperan un aumento que al menos iguale el que la Provincia otorgó a sus agentes: 26%. Rubén Daniele, titular del gremio, denunció una «campaña de desprestigio» por parte del Palacio 6 de Julio.
Daniele justificó sus críticas en los supuestos errores que contendría un reciente informe municipal que reveló que los empleados municipales faltan en promedio al menos un mes por cada seis de trabajo. El histórico dirigente admitió que el malestar de la sociedad se expresó incluso en lugares como los dispensarios, donde habitualmente los pacientes reconocen el esfuerzo del trabajador municipal. Según el sindicalista, economista de profesión, el cálculo incluyó en forma errónea a sábados y domingos. La Dirección General de Recursos Humanos, que responde a la Secretaría General de la Municipalidad de Córdoba y que efectuó el informe sobre el personal, no respondió las objeciones de Daniele.
El concejal juecista Esteban Dómina (@esdomina) calculó que a la ciudad le faltan 10.000 millones de pesos en obras para paliar sus déficits de infraestructura.
La resolución del tema del personal es clave para saber cuánta plata tendrá Mestre para las obras que reclama la ciudad. El conflicto del transporte, en tanto, marcará el humor social.