Por Sebastián Turello. Los Turello, junto a otros periodistas, visitó la planta de fabricación...
Junto a las señales positivas de la economía en las últimas semanas, en especial, en el mercado...
Por Juan Turello. El buen momento de la Argentina en los mercados financieros y las palabras de...
El Grupo Sancor Seguros fue nuevamente protagonista en los Premios Prestigio al lograr...
Suscribite al canal de Los Turello.
Por Gastón Utrera. Se cerraron paritarias en sindicatos importantes, entre otros los metalúrgicos y los de comercio (en la foto, Cristina Kirchner anoche con sindicalistas y empresarios que lograron firmar los acuerdos), con aumentos salariales en torno al 24%.
Tres claves para entender qué está sucediendo con la cuestión salarial:
1. Una inflación del 24%funciona de un modo muy diferente a como funciona una inflación del 5%, ya que en aquella adquiere un rol muy importante lo que se denomina “inercia inflacionaria”: si todos creen que la inflación será del 24%, y todos ajustan precios y salarios por el 24%, lo más probable es que la inflación termine en torno al 24%, convalidando expectativas y retroalimentando el proceso. Viene ocurriendo hace dos años, y estas paritarias mantienen el proceso.
2. En la inercia inflacionaria está justamente la clave para bajar la inflación sin frenar la economía: alinear expectativas en niveles más bajos para generar, por ejemplo, una secuencia de expectativas de 20% de inflación, ajustes por el 20%, entonces inflación del 20%. Pero para alinear expectativas de ese modo, se requiere una credibilidad de la cual este Gobierno carece. De hecho, no logró convencer a los sindicatos de que fijaran aumentos salariales en torno al 20%. Bajar la inflación sin aumentar el desempleo quedará entonces para un futuro Gobierno (que entienda cómo funciona la inflación).
3. Los aumentos salariales, aun cuando a lo largo del año sólo acompañen a la inflación, generan, al llegar al bolsillo de los trabajadores, un incremento transitorio de su poder de compra, que luego comienza a perderse al final del año, cuando los salarios quedan fijos hasta los aumentos del año siguiente. Con los acuerdos firmados ayer, comenzamos a ingresar a los meses de mejor poder adquisitivo de los salarios, con lo cual hay chances de que mejore el consumo en los próximos meses.
Por Gastón Utrera (Economista, titular de la consultora Economic Trends SA). Durante las últimas semanas, todo el mundo ha estado hablando sobre el dólar paralelo (también llamado dólar blue). Es lógico. Al tocar los 8 pesos, como ocurrió hace pocos días (luego bajó por la acción de casas de cambio e incluso el Banco Central, que vendieron divisas), genera la sensación de que una crisis puede estar cerca.
Dada la incertidumbre que provoca una disparada del dólar, tiene sentido analizar qué puede haber estado ocurriendo.
Hipótesis 1. Se ha profundizado el atraso cambiario, lo que justifica una mayor brecha del paralelo. No parece ser una hipótesis adecuada, ya que el atraso cambiario de hoy es el mismo de los últimos 6 meses.
Hipótesis 2. Se ha acelerado la inflación, lo que incentiva a una huida hacia el dólar. Tampoco parece una hipótesis adecuada, ya que la inflación continúa mostrando estabilidad, en un nivel alto, pero estable.
Hipótesis 3. El Gobierno emitió demasiados pesos durante diciembre. No es exactamente la hipótesis adecuada, pero algo muy relacionado sí lo es. Puede haber ocurrido que durante enero el Banco Central (BCRA) no haya retirado suficientemente rápido los pesos necesarios (siempre sobran en enero), y un sobrante de pesos genera más demanda de dólares. Si esto explica parte de la suba del dólar paralelo, éste debería ahora bajar, luego de la fuerte absorción que ha estado haciendo el BCRA para corregir ese exceso de pesos en el mercado.
Hipótesis 4. Hubo demasiada demanda de dólares para turismo. Hipótesis razonable, dado que menor apertura del grifo de dólares oficiales para turismo genera automáticamente un desplazamiento de demanda insatisfecha hacia el mercado paralelo. Si esto explica parte de lo ocurrido, la presión sobre el dólar paralelo debería ceder en los próximos días, cuando ceda la demanda de dólares para turismo, ya que nos estamos acercando al final de la temporada de verano.
Hasta que las hipótesis 1 y 2 comiencen a ser razonables (todavía no lo son), un dólar paralelo a 8 pesos se basa en fenómenos transitorios, como los de las hipótesis 3 y 4, con lo cual lo más probablemente es que no se sostenga en el tiempo.
Para más detalles de este análisis, ver el post Qué está ocurriendo con el dólar paralelo, haciendo click aquí.
Por Gastón Utrera (Economista, titular de la Consultora Economic Trends SA). El primer dato para analizar qué está ocurriendo con la actividad económica es ver cómo cerró en 2012. Hace 5 meses, en esta página, en la nota “Quedan 4 meses, ¿cómo viene 2013?”, vaticiné -contra la opinión de mis colegas- que el año terminaría en terreno negativo, con una caída de entre 0% y 0,5%.
La semana pasada se publicaron los datos del Índice General de Actividad (IGA), de la consultora de Orlando Ferreres, que muestran una retracción de0,3% en 2012, dentro de aquel rango que había anticipado hace 5 meses.
En el gráfico que elaboré para el blog de mi página personal, se muestra la evolución del IGA y del Índice de Actividad Económica de Córdoba (IAEC), de Economic Trends, que señalan los porcentajes de variación en cada trimestre respecto al trimestre inmediato anterior, con ambas series desestacionalizadas, para hacer viable la comparación trimestral.
Ambos indicadores revelan que el retroceso en 2012 se debió a la muy fuerte caída el segundo trimestre, cuando se profundizaron las restricciones a las importaciones y a la compra de dólares. La caída se revirtió posteriormente, aunque sin compensar totalmente aquella baja (por eso el número anual cierra en terreno negativo).
Si la actividad económica continuara este año creciendo al ritmo de lo registrado durante el último trimestre de 2012, según el IGA, 2013 cerraría con un crecimiento apenas por encima del 3%.
Para cerrar con un número mayor al 3% en 2013, el crecimiento tendría que acelerarse en los próximos trimestres, algo que no luce muy probable dados los problemas de atraso cambiario, incertidumbre de políticas económicas y del poder adquisitivo estancado de los salarios. Tal vez algo de gasto público electoral pueda acelerar un poco el consumo, que no podríamos descartar, atento a lo que vengo sosteniendo acerca del margen de emisión monetaria que tendrá el Gobierno hasta fines de año para financiar déficit fiscal.
Por Gastón Utrera (Economista, titular de la consultora Economic Trends SA). En 13 puntos señalo que es posible evitar el incremento generalizado de los precios, sin frenar el crecimiento económico de la Argentina.
A saber:
1.- La inflación actual, del orden del 25% anual, está generada por (a) una combinación de política fiscal deficitaria con política monetaria de alta emisión de dinero, y (b) por un proceso de inercia inflacionaria, que hace que expectativas de inflación del 25% generen pedidos de ajustes de contratos, precios y salarios por 25%, produciendo una inflación del 25% que convalida las expectativas iniciales y regenera el proceso.
2.- Varios fenómenos monetarios están favoreciendo al Gobierno nacional, que puede emitir dinero al 40% anual y generar una inflación de “sólo” el 25% anual. Uno de esos procesos es la pesificación de la economía, que aumenta la demanda transaccional de pesos para operaciones como las inmobiliarias. Estos procesos no durarán indefinidamente, lo cual debe ser considerado por una política antiinflacionaria.
3.- Instalar la idea de que es posible bajar la inflación sin frenar la economía. Lo contrario es el razonamiento habitual, en oficialismo y oposición, de que política antiinflacionaria es sinónimo de ajuste recesivo. El mundo aprendió, durante los últimos 20 años, cómo bajar una inflación alta sin frenar la economía (Argentina lo hizo en 2003 y 2004).
4.- Reformar la Carta Orgánica del BCRA para restituir la misión de preservar el valor de la moneda, estableciendo un esquema de metas de inflación con responsabilidad del Congreso en la fijación de los objetivos inflacionarios, con cláusulas transitorias que fijen los objetivos de inflación de 20% en el primer año (+/-2%), 15% para el segundo año (+/-2%), 10% para el tercer año (+/-2%) y 5% para el cuarto año (+/-2%). Debe incluir cláusulas de rendición de cuentas del Directorio del BCRA ante el Congreso, con posibilidad de remoción en caso de incumplimientos (el debate sobre si los esquemas de inflación deberían incluir otros objetivos es un debate para países con décadas de estabilidad de precios, no para Argentina).
5.- Si bien a largo plazo sería deseable imponer límites muy estrictos a la posibilidad de Adelantos Transitorios del BCRA al Tesoro, y directamente impedir la transferencia de reservas al Tesoro, deberían mantenerse los márgenes actuales para no poner en riesgo la maniobrabilidad del período de estabilización.
6.- La emisión monetaria, que estará dada por la compra de dólares y la financiación del déficit fiscal, debería ser decisión autónoma del BCRA, debiendo el Tesoro Nacional reducir el déficit fiscal al monto financiable con la emisión prevista en el programa monetario. En lugar de una política monetaria dominada por la política fiscal, se pasaría a una política fiscal dominada por la política monetaria. Ayudaría al proceso de desinflación con el menor ajuste posible en el ritmo de emisión monetaria la creación de billetes de $ 500, ya que esto produciría una mayor demanda “artificial” de pesos por el efecto que se genera al buscar, por ejemplo, $ 100 pesos en un cajero automático y tener que salir con múltiplos de $ 500 en los bolsillos. Recién una vez reducida la inflación, tendrá sentido equilibrar mejor la gama de denominaciones, emitiendo mayor proporción de las denominaciones menores a $ 500.
7.- Los subsidios deberían ser la variable de ajuste de las cuentas públicas al déficit financiable con emisión monetaria compatible con los objetivos inflacionarios. Un incremento en su monto por debajo de la inflación, para ir licuando su monto real, implicará aumentos de tarifas por encima de la inflación.
8.- Para evitar impacto negativo sobre la actividad económica es necesario calibrar adecuadamente las política macroeconómicas (políticas fiscal y monetaria) con las políticas de ingresos (puja distributiva y expectativas inflacionarias). El esquema de metas de inflación debería coordinar expectativas decrecientes de inflación, y una adecuada coordinación de las negociaciones salariales debería calibrar el ajuste de salarios con los objetivos de inflación. Con salarios creciendo menos, pero sin rezagarse con relación a la inflación, el consumo no se detiene.
9.- Adicionalmente ypara evitar impacto negativo sobre la actividad económica como consecuencia de atraso cambiario, debería continuarse con la política de dólar administrado, que funcionó adecuadamente durante 2008 y 2009, subiendo tipo de cambio oficial en torno al 20% anual, lo que estabiliza tipo de cambio real con inflación del 25% anual (en la medida en que Brasil continúe con inflación del 5% anual y estabilidad cambiaria). Con aquella tasa de suba del tipo de cambio oficial, la competitividad cambiaria comienza a recuperarse en cuanto la inflación comienza a reducirse.
10.- Para que funcione la coordinación de expectativas es necesario un índice oficial creíble de inflación. Podría pensarse en un IPC Nacional medido por INDEC, con nuevas autoridades concursadas, y una comisión de universidades nacionales auditando las metodologías y los procedimientos. El CER debería seguir asociado al IPC Buenos Aires, y generar una nueva unidad de indexación atada al IPC Nacional para nuevas emisiones de deuda indexada.
11.- La marcha atrás en las restricciones a las compras de dólares debería realizarse de manera gradual, una vez que la inflación haya comenzado a bajar, la competitividad cambiaria haya comenzado a recuperarse y el saldo de balanza comercial haya comenzado a recuperarse de manera genuina.
12.- Para frenar el proceso de deterioro de la cobertura de la base monetaria con reservas que se produce cuando el Tesoro toma reservas del BCRA para pagar vencimientos de deuda pública será necesario volver a los mercados financieros internacionales para refinanciar esos vencimientos a tasas razonables. Eso requiere; (a) lograr fallo en Nueva York que establezca la misma forma de pago para los bonistas que no entraron a los canjes de deuda de 2005 y 2010 que para quienes sí aceptaron aquellos canjes; (b) acordar con el Club de París para el pago de la deuda en default; (c) comenzar a pagar los juicios perdidos en el CIADI; y (d) explicar al mundo cuál será la estrategia para revertir los desequilibrios macroeconómicos, bajar la inflación, mejorar la competitividad, alentar la inversión y regenerar un proceso de crecimiento económico.
13.- El restablecimiento de las relaciones financieras internacionales, la reducción de la inflación, la correcta calibración de salarios, precios y tipo de cambio, la mejora de la competitividad cambiaria y un mejor clima para la inversión productiva deberían generar un impulso a la actividad económica, aumentando la demanda agregada pero también la oferta agregada. Se trataría de una combinación virtuosa de menor inflación y mayor crecimiento económico.
Por Gastón Utrera (Economista, titular de la consultora Economic Trends SA). Una de las principales políticas económicas ha sido este año las fuertes restricciones a las importaciones, cuyo ejecutor ha sido Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior. Podría pensarse que se trata de una política proteccionista, como ocurrió entre las décadas de 1930 y 1970 con las políticas de industrialización por sustitución de importaciones.
Creo que esto no ha sido así.
Parece más una política “mercantilista”, por aquella vieja creencia de los siglos XV a XVIII de que la riqueza de las naciones estaba dada por la cantidad de metales preciosos (dólares, en su equivalente actual) que se obtuvieran mediante el comercio internacional.
Si hubiéramos estado frente a objetivos proteccionistas, deberíamos haber observado, por ejemplo, mayores restricciones a las importaciones de bienes de consumo que a las importaciones de bienes intermedios o de bienes de capital, pero ocurrió exactamente lo contrario.
Una política destinada principalmente a generar un excedente de dólares, casi a cualquier precio, como ocurría en tiempos del mercantilismo, debería implicar mayores reducciones de ingresos en los rubros más importantes de las importaciones (es lógico poner el foco en los rubros con mayor impacto potencial). Y eso es lo que en realidad ocurrió (ver “El mercantilismo de Moreno” enhttp://www.gastonutrera.com.ar/2012/12/el-mercantilismo-de-moreno.html)
No cabe dudas de que el objetivo fundamental asignado a la Secretaría de Comercio ha sido generar un sobrante de dólares que permita al Banco Central comprar los dólares que pierde al prestárselos al Tesoro nacional para pagar vencimientos de deuda pública, independientemente de cuánta protección (o perjuicio) genere en la industria.
Ahora que el Gobierno habla de políticas industriales, ¿cambiará este perfil “mercantilista” por uno proteccionista?
Por Gastón Utrera (Economista, titular de la consultora Economic Trends SA). Una de las noticias económicas de la semana es la idea -reflotada por enésima vez- de un pacto social de precios y salarios, como instrumento para moderar las presiones inflacionarias.
Resultará difícil convencer a los sindicatos de que acepten subas salariales inferiores a las de este año en un contexto de fuerte emisión monetaria y aumento del gasto público, más todavía con una CGT dividida. En las negociaciones participa la CGT oficial que conduce el metalúrgicoAntonio Caló (en la foto junto a Cristina Kirchner), el que negó que hubiera acordado limitar las futuras paritarias a un aumento del 20%.
Pero cabría preguntarse, incluso, si tiene sentido un pacto social. La respuesta está en los tres tipos de políticas antiinflacionarias que suelo plantear: programas ortodoxos, que se enfocan sólo en las políticas monetaria, fiscal y cambiaria, pero suelen fracasar porque descuidan la inercia inflacionaria; programas populistas, que sólo se enfocan en las políticas de ingresos (pactos sociales o congelamientos de precios y salarios), pero terminan fracasando porque generan efectos “olla a presión” por no prestar debida atención a las políticas monetaria, fiscal y cambiaria; programas heterodoxos, que se ocupan tanto de las políticas monetaria, fiscal y cambiaria como de las políticas de ingresos, y tienen chances de reducir la inflación rápidamente, sin frenar la economía, en la medida en que sus componentes estén adecuadamente calibrados.
El nuevo intento de pacto social tendría sentido en el marco de un programa heterodoxo que apunte a reducir la inercia de la suba de precios mientras se moderan las políticas que generan inflación. Pero tiene menos sentido en el contexto actual, en el cual las políticas fiscal y monetaria operan a altas revoluciones, sin indicios de moderación durante 2013.
En síntesis, pocas chances de éxito para el nuevo intento de pacto social.
Click aquí para seguir leyendo más sobre este tema. Leer +
Por Gastón Utrera (Economista, titular de la consultora Economic Trends). Desde hace años escribo bastante. Escribo frecuentemente en mi blog, colaboro con distintos medios gráficos, con esta página y para lo que generamos semanalmente en mi consultora.
También escribí un libro: Macroeconomía para No Economistas.
Pero escribir otro libro –Cómo sobrevivir en una economía en crisis – Lecciones de emprendedores argentinos-, que presenté ayer en la Cátedra Abierta para Emprendedores, fue para mí algo diferente.
La idea era contar historias de emprendedores que pudieran inspirar y motivar a personas que en distintos lugares, hoy o en el futuro, enfrenten el desafío de sobrevivir a una economía en crisis
Debo confesar que terminó siendo una actividad extremadamente inspiradora y motivadora, justo en el preciso momento en que estaba creando mi nueva empresa.
Por eso sospecho que las 10 experiencias contenidas en el libro, contadas en primera persona por los propios protagonistas, efectivamente pueden resultar inspiradoras y motivadoras para otras personas.
Son los testimonios de Daniel Caselles, Emilio Etchegorry, Daniel Lempert, Horacio Parga, José Picolotti, Juan Carlos Rabbat, Jorge Riba, Sebastián Santiago, Enrique “Pacho” Umbert y Pablo Verdenelli. Y por eso el libro está dedicado a todas las personas que sientan que no todo está perdido, aun en las peores crisis económicas. Espero que para todas ellas, leer el libro resulte tan inspirador como lo fue para mí escribirlo.
Para acceder a la editorial Edicon, del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: http://consejo.org.ar/publicaciones/publicaciones.htm
Para comprar el libro en Córdoba: http://www.quade.com.ar/
Por Gastón Utrera (Economista y titular de Economic Trends SA). La semana pasada, tres representantes de la oposición hablaron sobre la inflación en el Coloquio de IDEA. Es preocupante lo que dijeron, ya que deja traslucir que tal vez no comprenden lo que está ocurriendo con la inflación.
Y diagnósticos errados conducen a políticas equivocadas.
Claudio Lozano (Frente Amplio Progresista) puso énfasis en la necesidad de un Pacto Social; Javier González Fraga (UCR) en la necesidad de que el INDEC vuelva a medir correctamente la inflación y Federico Sturzenegger (PRO) en que hay que reducir subsidios para acomodar las cuentas fiscales.
Ninguno de ellos planteó una política integral contra la inflación, ni tampoco cómo harán para que la política anti-inflacionaria no implique un deterioro de la actividad económica y el empleo.
Este punto es muy importante. Así como el año pasado la oposición en general erró con la propuesta económica (proponía reducir la inflación, cuando gran parte del electorado no estaba preocupado por la inflación, ya que los salarios subían por encima de los precios), en la próxima elección corre riesgo de errar nuevamente, si no logra convencer al electorado de que sabe cómo bajar la inflación sin perjudicar sus bolsillos.
Y esto último es posible, y un instrumento para hacerlo es el esquema de metas de inflación, utilizado por decenas de países para lograr baja inflación sin perjudicar el crecimiento y el empleo. Lástima que nuestro Gobierno siga creyendo erróneamente que las metas de inflación son un invento neoliberal que se opone a las de crecimiento, o que la única forma de coordinar la política monetaria con el resto de la política económica sea con un Banco Central dependiente del Poder Ejecutivo, sin aprender de países como Chile o Brasil.
Y lástima que la oposición no logre plantear claramente estas cuestiones a la sociedad. Por lo menos no lo hicieron los economistas que hablaron en IDEA.
Por Gastón Utrera (Economista). Chaco, gobernada por Jorge Capitanich, incumplió la semana pasada las condiciones de un vencimiento de deuda pública, comprometido en dólares pero pagado en pesos al tipo de cambio oficial.
Luego de la incertidumbre inicial decía
1. Es probable que el Gobierno nacional continúe pagando todos sus vencimientos en moneda extranjera sin problemas, con reservas del Banco Central (BCRA). De hecho, el ministro Hernán Lorenzino ratificó que pagará en dólares un servicio de 200 millones de los bonos Bonar X.
2. El BCRA autorice la compra de dólares para vencimientos de deuda provincial emitida bajo legislación extranjera, pero…
3. … no autorice la compra de divisas para vencimientos de deuda pública provincial bajo legislación argentina, como ocurrió con Chaco. Lorenzino acusó a la calificadora Moody’s, que había puesto en perspectiva negativa la deuda argentina, de no conocer «las normas del Banco Central al momento de calificar los bonos provinciales«. ¿Esto sugiere que los bonos emitidos bajo ley argentina se pueden pesificar?
La experiencia muestra que, a los efectos negativos asociados a las medidas tomadas para pesificar la economía (caída de la actividad inmobiliaria y de la construcción, retroceso de las inversiones, etcétera), se agrega el efecto negativo de la mayor incertidumbre que se produce cuando nadie sabe cuáles son exactamente las nuevas reglas de funcionamiento de la economía.
Es probable que esto sea consecuencia del modo fragmentado en que el Gobierno nacional está tomando decisiones de política económica o de la inexperiencia de algunos funcionarios, con demasiada influencia sobre la Presidenta para sus escasos antecedentes de gestión, o de ambas cosas a la vez.
De todos modos, no es probable que esto cambie a corto plazo, con lo cual tendremos que convivir con la incertidumbre que generan medidas de política económica que se suceden de un modo improvisado y a veces hasta caótico. Leer +
Por Gastón Utrera (Economista, titular de la consultora Economic Trends). El título de esta nota no hace referencia a pronósticos sombríos sobre la coyuntura, sino a la marcada tendencia al aumento de la informalidad, a la llamada economía “en negro”…