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Por Claudio Fantini. Para Javier Milei la decisión del Comité Nobel fue una mala noticia por partida doble. Por un lado, defraudó su expectativa de ganarlo, para la cual había llevado adelante una campaña con lobbies de posicionamiento y el apoyo de dirigentes ultraconservadoras de varios países. Por otro lado, los premiados expresan una posición diferente a la que él sostiene de manera radical.
Como sucedió con las multitudinarias marchas del 8N (8 de noviembre), el cristinismo insistió ayer en minimizar los efectos del paro del 20N y en descalificar a sus principales actores.
Las principales acusaciones provinieron del ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández (en Twitter: @FernandezAnibal), quien comparó a Hugo Moyano (@MoyanoHugoReal) con Augusto Timoteo Vandor, considerado por algunos como un «traidor» de Juan Perón, y por el ministro Julio de Vido, quien sostuvo que el paro «fue violento y contra el pueblo«.
Moyano le recordó a Aníbal Fernández (juntos en la foto) que Vandor fue muerto por las bandas extremistas que se enfrentaron en la década de 1970.
En el balance de quién ganó y quién perdió con el 20N, la mayoría de los analistas coincide en que el kirchnerismo perdió el espacio público a manos de las clase media el 8N (por esa razón ayer De Vido la volvió a atacar: «Pedían dólares para ir a Miami«) y de los trabajadores, con un paro que por su magnitud sacudió al oficialismo. De hecho, el cristinismo no realizará una marcha para el 7D, considerado uno de los hitos que prepara el Gobierno nacional.
El terremoto sacudió a los principales gremios que militan en la CGT Balcarce, como la UOM y el SMATA. En Córdoba, el reclamo produjo remezones en sindicatos como la UTA, AOITA y la UEPC. El paro en la provincia tuvo la adhesión de la Asociación Bancaria y Luz y Fuerza de Córdoba.
A todo esto, el sindicalismo opositor prepara una nueva marcha para mediados de diciembre ante el Congreso. Esa protesta tendrá como eje la generalización y el aumento de las asignaciones familiares, a diferencia de la del martes último cuyo ejes convocantes fueron la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y del 82% para los jubilados.
Como broche de oro de otra jornada de cargada de declaraciones, la popular Mirtha Legrand le pidió a Cristina Kirchner que escuche los reclamos del 8N y del 20N, pero reconoció que la Presidenta ganaría otra vez las elecciones «porque hay más pobres que ricos, y los pobres votan a Cristina«. La actriz, que encabezó la tira La Dueña que finalizó ayer, concluyó: «Cada vez veo más gente durmiendo en las calles, cada vez más villas, se puede terminar con todo eso, con todo lo que da la soja, esta tierra argentina es bendita», agregó.
La contundencia de la medida de fuerza, apoyada en los piquetes y bloqueos a los accesos a las principales ciudades, dejó ganancias y pérdidas en el terreno político. A la hora de saber quién ganó y quién perdió con la protesta del 20N, un primer análisis muestra…
El paro del sindicalismo opositor -nucleado en la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli-, apoyado por organizaciones sociales, fue contundente, pero el Gobierno nacional no hará cambios ni atenderá los reclamos centrales de la huelga. Incluso, Cristina Kirchner tuvo una dura respuesta al gremialismo.
El apoyo superó «las expectativas» de los propios organizadores, según confesó Moyano (en Twitter: @MoyanoHugoreal) y se sintió con fuerza en la Capital Federal (foto de la 9 de Julio), el conurbano bonaerense y las principales ciudades del país. Sin embargo, parte de la adhesión surgió a través de piquetes y bloqueos a los accesos a los grandes centros urbanos. Hubo más de 300 cortes en todo el país. También se registraron incidentes y hechos violentos en Córdoba y en la capital argentina.
Los reclamos más importantes fueron por una suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, la generalización y el aumento de las asignaciones familiares y un pago extra por los efectos de la inflación.
La respuesta que esperaba el gremialismo se produjo en el mismo momento en que los dirigentes ofrecían una evaluación de la medida de fuerza. Cristina Kirchner (@CFKArgentina) decía en Twitter: «Sinceramente les digo que respeto la opinión de todos, pero mientras me toque la responsabilidad de gestionar el Estado como Presidenta electa democráticamente por el 54%, yo creo que el modelo y lo que estamos haciendo es lo más adecuado a los intereses de la Argentina«.
En pocas palabras, se amparó en la elección de un año atrás y rechazó cualquier posibilidad de cambio o de atender los reclamos sindicales. Una respuesta similar ya había insinuado ante las multitudinarias manifestaciones del 8N, más allá de las ironías del congreso del Partido Comunista chino.
Luego, en un acto en San Pedro, por el Día de la Soberanía Nacional, atacó con dureza al sindicalismo. Dijo: «No hablemos de piquetes, sino de aprietes y amenazas», y afirmó que «la voluntad de los trabajadores no ser dominada por nadie».
Pero hubo también consecuencias políticas, ver aparte quién ganó y quién perdió con la protesta gremial.
Las declaraciones previas anticipan un clima conflictivo en el primer paro nacional contra el kirchnerismo, que se cumple en todo el país. La medida incluirá piquetes y concentraciones en 160 puntos, aunque finalmente no habrá marcha a la Plaza de Mayo. Durante la gestión de Raúl Alfonsín (1983-89) hubo 13 paros generales; y varios contra las de Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde, pero éste es el primero desde 2003 con la participación de un sector de la CGT.
La medida tiene como reclamos centrales cambios en el Impuesto a las Ganancias y el aumento y generalización de las asignaciones familiares. Sin embargo, los pedidos sindicales quedaron en un segundo plano a raíz de la confrontación que mantienen la CGT de Hugo Moyano y CTA de Pablo Micheli contra los principales funcionarios de Cristina Kirchner (en Twitter: @CFKArgentina).
Micheli (@MicheliPablo) dijo que «es más importante comer que circular«; Hugo Moyano (@HugoMoyanoReal) anticipó que «la medida será muy fuerte», y el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina (@juanabalmedina), les respondió que el paro «es una maniobra de chantaje para posicionarse electoralmente«.
Camioneros, bancarios, pilotos de líneas aéreas, recolectores de residuos y empleados públicos serán los principales actores, en tanto la Corriente Clasista Combativa (CCC) jugará el mismo papel entre las organizaciones sociales.
En Córdoba, la protesta se sentirá con fuerza en los servicios bancarios y financieros, incluida la reposición de los cajeros automáticos, EPEC (adhirió Luz y Fuerza Córdoba), recolección de la basura y en ciertas áreas de la administración pública provincial. El transporte urbano e interurbano será normal. Tampoco adhirió el SEP (empleados públicos). Habrá movilizaciones en la ciudad Capital, Río Cuarto y Villa María.
Por otra parte, UEPC (docentes) -alineados con la CTA oficialista- dispusieron un paro para el 30 de noviembre en rechazo a la postergación por 180 días en el pago de los aumentos a los jubilados provinciales, dispuesta por la administración de José Manuel de la Sota (@jmdls2011). Leer +
Por Claudio Fantini (Periodista, politólogo y docente de la UES 21). Parece la historia repetida de siempre. Hamás lanza misiles sobre el sur de Israel; el Estado judío responde con un asesinato selectivo que despierta ira y nuevos ataques desde la Franja de Gaza. Estos son contestados por bombardeos israelíes que…
Por Héctor Cometto (Periodista deportivo; comentarista en los informativos de Teleocho Córdoba). Es una ciudad azul y blanca. Esa es la imagen cuando uno entra al Club Atlético Vélez Sarsfield.Y resalto lo de Club Atlético. Hoy es el puntero del torneo y el equipo que mejor juega en el fútbol argentino; tiene todos los títulos principales.
Y recurriendo al eslogan del Barcelona, es más que un club.
Adquirió en el comienzo del torneo por 2 millones de dólares un porcentaje de Facundo Ferreyra, juvenil de Bánfield y del Sub 20, y él metió cinco goles en dos fechas, convirtiéndose en uno de los grandes argumentos para que Vélez esté donde está.
Invierte para hacerse fuerte y potenciar virtudes, pero los principales réditos se los brindan sus inferiores, con jugadores que se adaptan rápidamente a Primera y que, al consolidarse, le permiten venderlos por varios millones al exterior para balancear sus cuentas.
Asimismo, en el último balance perdió 26 millones de pesos, porque como decía su ex presidente Raúl Gámez, hasta se van a bañar los que viven en la calle. Su gran infraestructura deportiva integral permite, con 40 mil socios, desarrollar una tarea social profunda, con un acceso al deporte tan generalizado como costoso de financiar.
Tiene un complejo náutico, colegio con 2.000 matrículas, villa olímpica y una tarea política con amplio debate interno, sucesión del poder mediante, que analiza y programa cada una de las decisiones.
Un modelo a seguir, dentro y fuera de la cancha. Porque demuestra que en el fútbol argentino se puede jugar bien, y trascender. Dentro y fuera de la cancha.
La pelea entre De la Sota y Cristina Kirchner y sus adláteres incluye mucha política y muchos números, que tienen que ver con millonarios reclamos recíprocos. En los próximos días, a esa disputa se sumará una foto del gobernador con Dilma Rousseff, justo un día antes de la llegada de la presidenta de Brasil a la Argentina, donde se verá con su par (en Twitter: @CFKArgentina).
De la política ya se sabe: De la Sota (@jmdls2011) siempre mantuvo su aspiración presidencial, que se frustró en 2003 cuando Eduardo Duhalde lo postergó en beneficio de Néstor Kirchner. «No prende en el conurbano», se excusó el entonces presidente. Cuando Cristina no le envió la plata para la Caja de Jubilaciones, el cordobés vio la oportunidad de lanzarse en medio de un gobierno que cayó 20 puntos en la aceptación popular en los últimos meses.
De los números también algo se conoce: a la deuda por la Caja de Jubilaciones (1.040 millones de pesos en 2011, más la de 2012), se suman las obras públicas realizadas por la Provincia y no pagadas por Nación; la paralización de la modernización del Aeropuerto Córdoba y de las autovías Córdoba-Río Cuarto y Córdoba-San Francisco, que ahora De la Sota promete construir por su cuenta.
El Gobierno nacional -a través de la ANSES- es acreedor de EPEC por más de 600 millones de dólares (el costo de la Central Bicentenario de Pilar). Ver nota completa sobre Los números detrás de la pelea.
Más agregados para esta pelea. El próximo lunes, De la Sota estará en San Pablo -acompañado por un grupo de empresarios locales- para participar de una conferencia a la que asistirán también Dilma (@Dilmabr) y Fernando Pimentel (en la foto con Débora Giorgi), anticipan entusiasmados en el Centro Cívico cordobés. La presidenta de Brasil estará con ellos un día antes de que llegue a la Argentina para asistir a la reunión de la UIA y verse con Cristina Kirchner.
Otro dato más de la pelea: Juan Schiaretti, el casi seguro candidato del peronismo cordobés para 2013, se lanzó con una frase muy dura: «El kirchnerismo siempre trató de poner de rodillas a Córdoba».
Tras el 8N, la mayor demostración en democracia contra un gobierno, la gestión de Cristina Kirchner enfrenta ahora el desafío del 20N (20 de noviembre), un paro convocado por las CGT y CTA rebeldes.
Sólo la agrupación de Pablo Micheli…
Hay dos temas sobre los que se pregunta la sociedad: ¿quién gana en la pelea entre De la Sota y los K?, y ¿qué costo tendrá para los cordobeses esta clásica disputa que ya protagonizaron en otros tiempos Eduardo Angeloz y Juan Schiaretti?
Un balance preliminar:
De la Sota (en Twitter: @jmdls2011) logra proyectarse a nivel nacional como un opositor a la actual gestión de Cristina Kirchner (@CFKArgentina). Antes de la disputa, que se largó con la presentación del gobernador ante la Corte Suprema de Justicia por la deuda de la Nación con la Caja de Jubilaciones, era prácticamente desconocido para el gran público. Pretende agrupar a todo el peronismo disconforme con la gestión presidencial y aislado de La Cámpora.
El kirchnerismo, a su vez, se fortalece en su teoría de tener siempre un enemigo con quien confrontar. Ya embistió contra las gestiones de Daniel Scioli (@DanielScioli), Mauricio Macri (@MauricioMacri) y Antonio Bonfatti (@AntonioBonfatti).
Hasta ahora, los argumentos K no lograron hacer pie en Córdoba: es la provincia donde la Presidenta tiene la peor imagen. Por contrapartida, De la Sota basa una mejor imagen ante la sociedad al aparecer como quien defiende «los derechos de todos los cordobeses». Sin embargo, no lo ven como un líder anti K, a diferencia de lo que sucede en otras provincias.
Juan Manuel Abal Medina, Diego Bossio y Julio De Vido, quienes ayer lideraron la ofensiva contra el gobernador, por distintos motivos, no son creíbles ante la sociedad cordobeses. El más cuestionado es Diego Bossio (@DiegoBossio), quien también es criticado por los jubilados nacionales que viven en la provincia, al haber rechazado el 82% móvil ante la Corte Suprema. Este sector fue un activo participante de la marcha del 8N.
Por último y en cuanto a si la pelea beneficia a los cordobeses, la respuesta por el lado del bolsillo es «no». De la Sota ya cobra una tasa vial -más de 500 millones de pesos al año- para hacer rutas que hubiera podido desarrollar la Nación y, además, les pidió a los contribuyentes un esfuerzo extraordinario de 1.310 millones en 2013 para evitar la caída de las cuentas fiscales.
Un dato extra para la pelea: De la Sota se sacará una foto con Dilma Rousseff (@DilmaBr) el martes 27/11, al compartir una conferencia en San Pablo, Brasil, un día antes que la presidenta de Brasil llegue a la Argentina para sacarse otra foto con Cristina Kirchner.
Por Claudio Fantini (Periodista, politólogo, docente de la UES 21). Desde la Argentina, se observaba el proceso con incredulidad. Era más fácil sospechar que en Brasil todo terminaría en la nada o que pagarían los pichis, pero jamás los peces gordos del PT (Partido de los Trabajadores).